Es el dolor o molestia que se produce debido a un desgaste de la superficie dental o retracción del tejido gingival. La causa más común en los adultos es la exposición de las raíces ante dicha retracción de las encías. Como estas raíces no están cubiertas con esmalte, los miles de canales diminutos que van al centro del nervio dental (pulpa) quedan expuestos. Cuando el calor, frío o una presión toca esos canales, usted siente dolor.
No prestar atención a sus dientes sensibles puede derivar en otros problemas bucales. Esto ocurre frecuentemente cuando el dolor no permite que usted cepille sus dientes, y por lo tanto, sea más vulnerable a la caries y a la enfermedad de las encías.
¿Cómo sé si tengo dientes sensibles?
Si alguna vez tuvo una sensación dolorosa en sus dientes después de beber o comer alimentos o bebidas calientes o frías, eso significa que usted ha tenido dientes sensibles. Ésta suele ser una situación común, ya que uno de cada cuatro adultos en los Estados Unidos sufre esta afección que con frecuencia, aparece y desaparece en distintos momentos de la vida.
¿Cómo tratar los dientes sensibles?
Lo primero y mas importante, es que se lo comente a su dentista o higienista.
Los dientes sensibles generalmente pueden tratarse exitosamente. Su dentista le prescribirá un gel o un enjugue con flúor. Use pastas de dientes con fórmulas especiales para dientes sensibles. Pregúntele a su dentista qué producto para dientes sensibles es adecuado para usted.
Asegúrese cepillar sus dientes correctamente, pues en caso contrario puede desgastarlos y con ello hacerlos más sensibles. Un cepillado con presión excesiva, así como el punto de contacto de una prótesis parcial y las ortodoncias pueden producir abrasión (pérdida de superficie dental).