Las muelas del juicio no solo son las últimas muelas en salir, sino que, en muchos casos, son las más tediosas y complicadas. Un problema asociado frecuente es el desarrollo de un opérculo (un colgajo de tejido gingival sobre el diente parcialmente erupcionado), según un estudio en la Revista Internacional de Investigación Dental y Médica (International Journal of Dental and Medical Research, IJDMR). Esta afección común puede provocar una infección si no se trata. Descubrí cómo detectar este colgajo de tejido gingival y qué opciones de tratamiento existen.
Por qué se desarrolla un opérculo
Es sabido que las muelas del juicio pueden traer problemas, especialmente si no tienen suficiente espacio para atravesar las encías. Un diente que solo ha erupcionado parcialmente puede desarrollar una pieza de tejido similar a un colgajo por encima de él. Naturalmente, esto puede generar incomodidad, sobre todo cuando hay una presión del diente superior, informa un estudio del Compendio de Educación Continua en Odontología (Compendium of Continuing Education in Dentistry). Este colgajo de tejido se da con más frecuencia en los terceros molares inferiores, según el estudio del IJDMR.
Infección del colgajo gingival
Además de molesto, un colgajo gingival sobre un diente parcialmente erupcionado también puede infectarse si no se trata. La operculitis o pericoronitis es una complicación habitual de este colgajo. Al ser una zona difícil de limpiar, la placa y las bacterias tienden a acumularse alrededor del colgajo y provocar su inflamación, añade el mismo estudio del IJDMR. Esta infección del colgajo de tejido afecta especialmente a pacientes de 20-29 años. Además, el embarazo y la fatiga son factores relacionados con una mayor incidencia de esta infección.
Algunos pacientes no experimentan síntomas, de modo que el problema pasa desapercibido. Otros presentan dolor o signos de pericoronitis, como señala el Colegio de Medicina Dental de Columbia (Columbia College of Dental Medicine):
- Hinchazón local
- Malestar o dolor al morder
- Sabor u olor desagradable
- Secreción de pus
En los casos más graves, la infección puede extenderse a la garganta y el cuello, por lo que conviene tratarla inicialmente.
Opciones de tratamiento
Si tenés un opérculo infectado, lo primero es eliminar la infección. Tu odontólogo limpiará la zona y te prescribirá el uso de un enjuague bucal antibacteriano o antibióticos, según el Colegio de Medicina Dental de Columbia (Columbia College of Dental Medicine). A continuación, el odontólogo comprobará si el diente erupciona correctamente. Si no erupciona como es debido o la infección es grave, el odontólogo puede recomendarte una cirugía menor (operculectomía) para extraer el colgajo.
Por lo general, la operculectomía se realiza mediante cirugía tradicional o cirugía asistida por láser, según un estudio en la Revista Británica de Cirugía Oral y Maxilofacial (British Journal of Oral and Maxillofacial Surgery). La cirugía con láser está cada vez más extendida, ya que el estudio revela que es más rápida de realizar y requiere menos tiempo de cicatrización. En resumen, la cirugía con láser puede ser un método limpio y sencillo de extirpar el opérculo.
Sea cual sea el procedimiento empleado, el proveedor dental te aplicará anestesia local para evitar molestias. El cuidado postoperatorio generalmente incluye enjuagar la boca con agua tibia con sal, evitar los alimentos irritantes (como comidas picantes) y aplicar antibióticos, según el estudio del Compendio de Educación Clínica en Odontología (Compendium of Clinical Education in Dentistry). Seguramente tengas que volver al odontólogo al cabo de una semana para seguimiento.
En algunos casos, el colgajo gingival puede volver a crecer; en ese caso, el profesional analizará otras opciones, como la extracción de los molares, para prevenir infecciones ulteriores, según el mismo estudio. Si notás que los molares empiezan a erupcionar a través de las encías, o advertís cierto malestar bucal, siempre es mejor pedir una revisión odontológica lo antes posible.
