Según el Instituto Nacional de Salud Mental, los trastornos de la alimentación incluyen: anorexia nerviosa, bulimia y comer compulsivamente. Los tres trastornos tienen efectos negativos en la boca. Las Personas que tienen anorexia tienen un miedo de engordar o de ser gordos, incluso cuando están exageradamente bajos de peso. Ellos limitan su ingesta de comida, hacen demasiado ejercicio y, aún, después de comer, pueden sentirse obligados a vomitar, usar laxantes, enemas o diuréticos para eliminar el exceso de peso de su cuerpo.
La bulimia es descrita como sobrealimentación excesiva, varias veces a la semana o, en los casos más severos, varias veces al día. Este impulso incontrolable provocará el consumo de alimentos poco saludables, especialmente dulces y grasos, y es seguido de una purga que incluye: vómitos autoinducidos, la ingesta de diuréticos y laxantes, y el uso de enemas. Estudios han demostrado que el 89% de los bulímicos muestran signos de daño en la boca y en los dientes.
Los comedores compulsivos, han sido previamente clasificados como adictos a la comida. Ellos comen en exceso durante cortos períodos de tiempo y no pueden controlar estos impulsos; son diferentes de bulímicos porque típicamente no utilizan técnicas de purgantes para eliminar el exceso de peso que ganan sus cuerpos. En cambio, ellos sienten extrema culpabilidad y remordimiento, lo que les hace continuar con su comportamiento. Esta condición se ha identificado como igualmente prevalente en mujeres que en hombres.