Cuando una grieta se extiende más allá del esmalte, es necesario un tratamiento para prevenir problemas como una infección o una fractura más profunda. Dependiendo de la gravedad de la grieta, el dentista podrá recomendar una corona, un tratamiento de conductos radiculares o la extracción del diente. En algunos casos, puede usarse material de obturación para reparar la grieta y una corona puede evitar que empeore. Si está dañado el tejido blando al interior de su diente, entonces el dentista podrá recomendar un tratamiento de conductos radiculares (también llamado endodoncia) para retirar el tejido dañado. De acuerdo con la Asociación Dental Americana, aunque es un tratamiento más intenso que colocar una corona, puede ayudar a salvar el diente en caso de una fractura que haya afectado el diente completo. La última opción es extraer el molar. Esto se hace cuando no se puede salvar el diente porque se ha dañado la raíz.
Los accidentes, los alimentos muy duros e incluso rechinar los dientes pueden conducir a grietas o fracturas. Consulte a su dentista cuanto antes para descubrir lo que se puede hacer por el diente.