Una de las diferencias más grandes entre los dientes primarios y los permanentes es la cantidad. Por lo general, las personas solo tienen 20 dientes de leche, pero pueden tener hasta 32 dientes permanentes. Estos últimos se dividen en cuatro tipos: incisivos, caninos, premolares y molares. Los incisivos, ubicados en la parte frontal de la boca y llamados "dientes frontales", suelen ser los primeros en brotar. Los incisivos centrales permanentes del maxilar inferior son los primeros en aparecer, alrededor de los seis o siete años.
Los siguientes suelen ser los primeros molares. Por lo general, estos también aparecen entre los seis y los siete años de edad, y son conocidos, con razón, como "molares de los seis años", de acuerdo con el Centro de Odontología Infantil de los E.U.A. Hay dos en la hilera de dientes inferior y otros dos en la hilera superior. Pueden considerarse dientes "adicionales", porque no reemplazan ningún diente primario.
Después de que aparece el primer grupo de molares permanentes, lo más probable es que su hijo pierda los incisivos centrales frontales de la mandíbula superior, después de lo cual aparecerán dientes nuevos en el hueco. Los siguientes en salir son los incisivos que están junto a los dientes centrales, llamados incisivos laterales, lo que suele ocurrir a los nueve años.
Después, a muchos niños les salen los puntiagudos dientes caninos junto a los incisivos laterales, en la hilera de dientes inferior. Estos van seguidos por sus primeros premolares (o bicúspides) dos espacios antes de sus molares de los seis años, tanto en la hilera superior como en la inferior. Después de los premolares, brotan los dientes caninos de la hilera superior, igual que los segundos premolares. Generalmente, para cuando cumplen los 13 años han brotado los molares a los 12 años de ambos lados en las hileras superior e inferior en la parte posterior de la boca.