Un tubérculo de Carabelli (o cúspide de Carabelli) es un pequeño tubérculo no funcional que se forma en algunos de los primeros molares superiores permanentes. Se presenta del lado interior del diente en la cúspide mesiopalatina y puede sentirse como un bulto en el diente.
Esta anomalía dental fue descubierta por primera vez en 1842 por un dentista austriaco llamado Georg Carabelli. Es conocida por su incidencia en relación con factores hereditarios. Este rasgo dental es visible y se puede notar desde la antigüedad europea, los científicos están explorando su prevalencia en poblaciones de Asia y del Medio Oriente, de acuerdo con Notes in Human Evolution.
Debido a que los dientes son la sustancia con más minerales y más dura que hay en el cuerpo, los antropólogos biológicos y los especialistas forenses han estudiado esta cúspide adicional durante mucho tiempo. ¿Tiene usted un tubérculo de Carabelli? La única forma de saberlo es mirar al interior de la boca o preguntarle al dentista.
¿Qué hay que saber sobre esta cúspide adicional en los molares?
El tubérculo de Carabelli se considera una cúspide adicional ubicada en los molares superiores, casi siempre en los primeros molares permanentes. También se puede presentar en los dientes de leche, principalmente en los segundos molares. Pueden hallarse de uno o ambos lados de la boca, con un tamaño y una forma variables. El tubérculo no suele ser un motivo de preocupación para su salud dental. En términos clínicos, la fosa o los surcos que rodean al tubérculo donde se adhiere a la cúspide subyacente pueden ser más susceptibles al deterioro. Por lo demás, no constituye ningún peligro para una dentadura sana ni para la relación oclusiva o de mordida. En la mayoría de las personas no se encuentra presente.
Salud dental
La presencia de un tubérculo de Carabelli puede ser motivo de una conversación con su dentista, quien debe detectarlo y observarlo en el consultorio. Como ya dijimos, entre el tubérculo y la cúspide subyacente del molar habrá un surco o una fosa de demarcación. Desde el punto de vista clínico, el diente puede estar en riesgo si los surcos empiezan a deteriorarse.
El dentista o higienista dental registra las afecciones o irregularidades durante el examen de los tejidos duros y suaves de la boca. Este registro incluye las lesiones incipientes o cavidades tempranas en todos los dientes, así como la presencia de cualquier anomalía, como lo es el tubérculo de Carabelli. En caso necesario, el dentista le recomendará algunas medidas preventivas para evitar que el deterioro se extienda a la capa más suave del diente. Estas medidas pueden incluir una aplicación de fluoruro de alta concentración y venta con receta o la colocación de sellantes dentales.
Proteger los dientes del deterioro es indispensable para tener una boca sana. Use hilo dental con regularidad y cepíllese los dientes dos veces al día con una crema dental que combata las caries y restablezca los niveles naturales de calcio. Una anomalía dental no tiene por qué afectar la salud de su sonrisa.