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¿Es peligroso tragarse un diente?

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Perder un diente es un rito de iniciación divertido que los padres pueden celebrar con sus hijos. Pero, cuando el recuerdo desaparece, puede intentar resolver el misterio si lo busca. Quizá le asuste pensar que su hijo puede habérselo tragado accidentalmente.

Tragarse un diente o un fragmento de diente no es inusual. Puede ocurrir cuando el diente de su hijo está flojo, durante un evento deportivo o producto de una lesión. Los dientes de leche, también llamados dientes temporales o primarios, son lisos y lo bastante pequeños como para que su hijo pueda tragárselos sin darse cuenta. En algunos casos, tragarse un diente puede ser una preocupación genuina para un niño pequeño. ¿Cuándo debe buscar ayuda médica?

¿Los dientes son digeribles?

En general, un diente es digerible. El National Health Service (Servicio Nacional de Salud del Reino Unido, NHS) informa que “casi todos los objetos ingeridos atravesarán el sistema digestivo sin causar daños, incluidos los que tienen bordes filosos”. Si un objeto puede pasar por la parte más estrecha del tracto digestivo, donde el esófago se une al estómago, lo más probable es que pase sin problemas, según indica la European Society of Gastrointestinal Endoscopy (Sociedad Europea de Endoscopia Gastrointestinal). Sin embargo, siempre es mejor vigilar a su hijo para detectar signos de problemas y obtener asesoramiento de un médico.

 

¿Cuándo debe preocuparse?

Alrededor del 93 por ciento de los objetos extraños ingeridos entran en el tracto gastrointestinal, según informa la National Journal of Maxillofacial Surgery (Revista Nacional de Cirugía Maxilofacial de EE. UU.). Pero aproximadamente el 8 por ciento alcanza el árbol traqueobronquial o las vías respiratorias que se extienden hasta los pulmones. Un objeto extraño dentro de este árbol se considera una emergencia médica, según informa el Royal Children's Hospital Melbourne. Sea cual sea la vía que recorra el objeto luego de ingerirlo, es fundamental buscar atención médica si su hijo presenta alguno de los siguientes síntomas:

  • Problemas para tragar
  • Dolor de cuello o de pecho

  • Vómitos recurrentes

  • Presencia de sangre en el vómito o las heces

  • Dolor de abdomen

  • Fiebre o babeo

Además, puede que los objetos extraños como un diente no aparezcan de inmediato en una radiografía, por lo que es posible que el médico deba realizar una endoscopia. Si el médico le aconseja la extracción, los avances actuales en procedimientos endoscópicos y anestesia hacen que el proceso sea un poco menos incómodo.

 

Siempre es mejor prevenir que tener que someterse a un procedimiento

No siempre es posible evitar tragarse un diente. Pero, si su hijo pierde sus dientes de leche, hay algunas medidas preventivas que puede adoptar para asegurarse de que al Ratón Pérez no le falte una entrega.

  1. Indique a su hijo que le avise si cree que el diente está a punto de desprenderse para que un adulto pueda ayudarlo. De todas formas, a la mayoría les entusiasma hacérselo saber.

  2. Masticar puede desencadenar una extracción. Durante las comidas o al picotear algo, recuerde a su hijo que tenga cuidado al morder con un diente flojo para evitar que se trague un diente con el alimento.

  3. A los niños les cuesta dejar en paz un diente flojo. Un dispositivo de ayuda para la dentición de los niños es una alternativa que puede mantener su lengua ocupada.

Si su hijo se ha tragado un diente el NHS recomienda no darle un laxante. Tenga la seguridad de que debería digerirse en un plazo de 24 a 48 horas, según señala el sitio Family Education.

La finalidad de este artículo es fomentar la comprensión y el conocimiento de temas generales de salud oral. Su propósito no es sustituir la opinión, el diagnóstico o el tratamiento profesionales. Solicita siempre la opinión experta de tu dentista u otro proveedor de salud Calificado y Dile siempre cualquier pregunta que tengas en relación con alguna enfermedad o tratamiento médico.