African American mother and her daughter

¿Qué es la insuficiencia velofaríngea?

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Revisión médica realizada por Colgate Global Scientific Communications Colgate Global Scientific Communications

¿Han diagnosticado recientemente a su hijo o hija insuficiencia velofaríngea (IVF)? ¿O ha notado algunos síntomas preocupantes que le han hecho preguntarse si su hijo o hija podría padecer esta enfermedad? Si su hijo o hija presenta signos de IVF, como regurgitar comida por la nariz o que se le escape el aire por la nariz al hablar, entendemos que puede ser un momento preocupante para usted como padre o madre. Siga leyendo para obtener más información sobre la IVF para que pueda sentir la confianza de apoyar a su hijo o hija durante el proceso de diagnóstico y tratamiento. 

¿Qué es la insuficiencia velofaríngea?

“Velofaríngea” se refiere al área en la parte posterior de la cavidad bucal, donde el paladar blando (el velo) se encuentra con la garganta (la faringe). La faringe se divide en dos zonas:

  • La nasofaringe es la parte superior de la garganta que se sitúa detrás de la nariz.
  • La orofaringe es la parte inferior de la garganta que se encuentra detrás de la boca.

Entre estas dos zonas hay un anillo muscular llamado esfínter velofaríngeo. Cuando una persona habla o traga, el esfínter se contrae, cerrando el paso y separando las dos zonas. La insuficiencia velofaríngea (IVF) implica que este esfínter no se cierra completamente como debería. 

Impacto de la IVF en el desarrollo del habla

Podemos producir sonido haciendo pasar el aire desde los pulmones, a través de las cuerdas vocales, y haciéndolo salir por la boca o la nariz. Sin embargo, para convertir esos sonidos en un habla clara, el aire debe dirigirse únicamente a través de la boca. Ahí es donde entra en juego el esfínter velofaríngeo, que garantiza que el aire solo se expulse por la boca.

En los niños con IVF, el aire se escapa por la cavidad nasal cuando hablan. Esto puede afectar a su manera de formar ciertas palabras, sobre todo las que tienen consonantes como p, b, d y t. Si practica decir estas letras, puede notar que le exigen crear cierta resistencia al aire con la lengua o los labios, y luego añadir presión para expulsar el aire. En cambio, en la IVF, la resistencia y la presión forzarán al aire a subir por la nariz.

La IVF puede hacer que el habla de su hijo o hija suene nasal, distorsionada o apagada. También puede notar ruidos extraños como chirridos, resoplidos o bocanadas de aire que escapan de la nariz cuando habla. Esto no solo puede afectar a la capacidad de su hijo para comunicarse con claridad, sino que también puede causarle frustración, ansiedad y vergüenza.

Impacto de la IVF en la deglución

Cuando su hijo traga, el esfínter velofaríngeo se tensa, asegurando que la comida y la bebida solo puedan ir en una dirección: hacia la garganta. En los niños con IVF, el esfínter permite que parte de la comida o la bebida se desplace hacia arriba y hacia la zona de la nasofaringe. Esto puede hacer que la comida o la bebida salgan por la nariz.

Esto se denomina regurgitación nasal, y puede resultar bastante incómodo, angustiante y vergonzoso para un niño. También puede hacer que el niño aspire (inhale) el alimento o el líquido, lo que puede provocar tos, asfixia e infecciones respiratorias.

¿Cuáles son las causas de la insuficiencia velofaríngea?

La causa es un problema estructural del esfínter velofaríngeo. Las causas más frecuentes de estos problemas estructurales incluyen las siguientes:

  • Defectos del paladar. La causa más común de la IVF, la hendidura del paladar, se desarrolla durante las primeras semanas de embarazo, cuando el tejido que forma el paladar no se une correctamente. El National Institute of Craniofacial Research (Instituto Nacional de Investigación Craneofacial) estima que cada año nacen en Estados Unidos 2650 bebés con hendidura del paladar. Según Stanford Children's Health, alrededor del 20 % de los niños con hendidura del paladar reparado sufren insuficiencia velofaríngea. La IVF también puede darse en bebés con otros defectos de hendidura, como un acortamiento anormal del paladar.
  • Trastornos genéticos. Determinadas afecciones genéticas pueden causar IVF, como el síndrome de Down, la neurofibromatosis y el síndrome velocardiofacial. Este último es un trastorno genético que se produce cuando falta un trozo del cromosoma 22. Los niños nacidos con síndrome velocardiofacial suelen presentar defectos cardíacos, hendidura de paladar, un aspecto facial distinto, problemas de habla y alimentación y dificultades de aprendizaje. Incluso cuando no hay hendidura de paladar, los niños con esta afección pueden tener IVF.
  • Agrandamiento y extirpación de adenoides.  Las adenoides de su hijo se sitúan en la nasofaringe (la parte de la garganta situada detrás de la nariz) cerca del esfínter velofaríngeo. Junto con las amígdalas atrapan los gérmenes de la boca y la nariz. MedlinePlus afirma que las adenoides empiezan a reducirse alrededor de los cinco años y desaparecen casi por completo en la adolescencia. Sin embargo, si las adenoides se infectan repetidamente o están agrandadas y obstruyen las vías respiratorias del niño, pueden extirparse quirúrgicamente. Este procedimiento crea espacio entre el velo y la parte posterior de la garganta, lo que puede causar IVF. Esto suele ser temporal, pero en algunos casos, puede ser de largo plazo.
  • Trastornos neurológicos. Afecciones como la parálisis cerebral pueden causar debilidad muscular. Dado que el esfínter velofaríngeo es un músculo, también puede verse afectado.
  • Tumores. Un tumor en el paladar blando o la garganta puede dañar los tejidos circundantes y afectar al esfínter velofaríngeo.
  • Radioterapia. Recibir radioterapia en la zona de la cabeza y el cuello puede dañar los tejidos bucales, incluido el esfínter velofaríngeo.
  • Cirugía. Al igual que la extirpación de adenoides, otras cirugías en la zona velofaríngea pueden causar IVF. Entre ellas se incluyen la amigdalectomía (extirpación de las amígdalas) y la uvulopalatofaringoplastia (extirpación de tejido para ensanchar las vías respiratorias).
  • Causas desconocidas. En algunos casos, se desconoce la causa de la insuficiencia velofaríngea.

Diagnóstico y tratamiento de la insuficiencia velofaríngea

Si sospecha que su hijo o hija puede tener insuficiencia velofaríngea, su médico puede derivarlo a un fonoaudiólogo. Este profesional podrá introducir un pequeño endoscopio en la nariz de su hijo o hija para ver cómo se mueve el paladar cuando habla (nasoendoscopia).

Los casos leves podrían mejorar mediante la fonoaudiología. Una de las siguientes cirugías (con nombres trabalenguas) puede recomendarse en función del tamaño y el tipo de hendidura en la faringe de su hijo o hija:

  • Palatoplastia de Furlow. Este procedimiento realinea los músculos palatinos, alargando y engrosando el velo para que pueda llegar de forma natural a la parte posterior de la garganta.
  • Faringoplastia del esfínter. Consiste en tomar tejido de ambos lados de las amígdalas y conectarlos en la parte posterior de la garganta para crear una abertura más estrecha.
  • Colgajo faríngeo. Se toma un colgajo de tejido de la parte posterior de la garganta y se añade al velo.
  • Aumento de la pared posterior de la faringe.  Los materiales de implante se colocan en las paredes de la garganta, ya sea mediante incisión o inyección.

Si su hijo o hija se somete a uno de estos procedimientos, es probable que se le recomiende fonoaudiología para volver a aprender a pronunciar ciertos sonidos tras recuperarse de la intervención.

La insuficiencia velofaríngea y la salud bucal

Si su hijo o hija tiene hendidura de paladar, esto puede afectar a algo más que al paladar y a su forma de hablar: también puede repercutir en la posición, el tamaño, la forma y la cantidad de dientes. Y la constante exposición al aire puede secar la saliva y favorecer la proliferación de bacterias. Según estudios realizados por la Universidad de Washington, las personas con esta diferencia facial pueden tener glándulas salivales anormales que también pueden afectar negativamente a su salud bucal. Así que las personas con hendiduras suelen tener una tasa de caries superior a la media.

Por lo tanto, practicar una buena higiene bucal y acudir al dentista para revisiones periódicas es de suma importancia para asegurarse un futuro con dientes sanos. Comience temprano con el cepillado, al menos dos veces al día. Es recomendable que programe con tiempo la primera cita con el dentista de su hijo o hija. Muchos dentistas sugieren llevar a los niños con hendiduras a una revisión mucho antes de su primer cumpleaños para poder identificar posibles problemas.

Tanto si su hijo o hija tiene insuficiencia velofaríngea debido a una hendidura como a otro motivo, asegúrese de preguntar a su dentista si tiene alguna recomendación sobre cómo atender mejor sus necesidades específicas. Si acude periódicamente a las revisiones, su dentista podrá vigilar la presencia de caries o de cualquier otro problema de higiene bucal y tratarlo a tiempo.

Puede asustar que su hijo o hija tenga una enfermedad inesperada, pero usted puede hacer que mantenga la positividad y utilizar esto como una gran herramienta de aprendizaje para su futuro. Cuando supere esto, se dará cuenta de que puede superar cualquier cosa. ¡Usted puede lograrlo!

Los artículos del Centro del Cuidado Oral se someten a revisión de un profesional médico de salud bucal. Esta información solo tiene fines educativos. Este contenido no pretende sustituir el consejo, diagnóstico o tratamiento médico profesional. Consulte siempre a su dentista, médico u otro profesional de salud calificado.

La finalidad de este artículo es fomentar la comprensión y el conocimiento de temas generales de salud oral. Su propósito no es sustituir la opinión, el diagnóstico o el tratamiento profesionales. Solicita siempre la opinión experta de tu dentista u otro proveedor de salud Calificado y Dile siempre cualquier pregunta que tengas en relación con alguna enfermedad o tratamiento médico.