La lengua es un órgano en el que no pensamos mucho, a menos que empiece a verse o sentirse extraño. Si este es su caso, podría pensar que tiene una enfermedad de la lengua, aunque en realidad podría ser otra enfermedad subyacente que la afecta. Después de descartar cualquier tipo de traumatismo en la lengua, queda un número sustancial de afecciones congénitas, adquiridas y autoinmunes que pueden ocasionar problemas.
1. La enfermedad de Kawasaki
Técnicamente, esta no es una enfermedad de la lengua. En niños, una "lengua de fresa" de color rojo intenso y labios partidos son síntomas frecuentes de la enfermedad de Kawasaki, según la Fundación para la Enfermedad de Kawasaki. Si su hijo presenta un cambio en el color de la lengua acompañado de fiebre por más de cinco días, dolor de garganta y diarrea, es posible que padezca de esta afección. La enfermedad de Kawasaki causa inflamación de los vasos sanguíneos, y los síntomas con frecuencia incluyen un aumento de tamaño de los ganglios linfáticos en el cuello y enrojecimiento o salpullido en ojos, labios, palmas de las manos, plantas de los pies y el área genital. Esta enfermedad es grave y requiere de tratamiento médico inmediato para evitar problemas cardiacos y otras complicaciones, según el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre de los E.U.A.
2. Lengua negra vellosa
Suena difícil de creer, pero el vello en la lengua no es tan infrecuente como podría pensarse. Se presenta en el 13 por ciento de la población, principalmente en hombres de edad avanzada, y aparece en forma de lo que parecen ser pequeños vellos negros en la lengua, según la descripción de la Academia Americana de Salud Oral. En realidad, son las papilas gustativas las que le dan a la lengua la textura rugosa que por alguna razón no se han desprendido correctamente. En lugar de caerse y ser reemplazadas por papilas nuevas, crecen más largas y atrapan restos de alimentos y las bacterias. Esto ocasiona un cambio de color que hace que las papilas se vean negras.
La afección es inofensiva y temporal, y puede evitarse mediante una buena rutina diaria de higiene bucal y el uso de un cepillo de dientes con un limpiador de lengua en la parte trasera. Este tipo de cepillo sirve para eliminar las bacterias de los dientes, la lengua, las mejillas y las encías.
3. Síndrome de Sjögren
El síndrome de Sjögren es una enfermedad autoinmune que afecta varias partes del cuerpo, incluidas las glándulas salivales. En este caso, las glándulas no producen suficiente saliva, lo que ocasiona resequedad en la boca y problemas en la lengua, como agrietamiento y ardor, de acuerdo con el Centro Nacional de Recursos sobre el Lupus. Además, hablar, tragar y comer con una disminución de producción de saliva puede volver a sus dientes más susceptibles al deterioro, debido a que las bacterias y los restos de alimentos no se enjuagan correctamente de los dientes.
Consulte a su médico y a su dentista para tratar los síntomas sistémicos y bucales y asegurar la salud de sus dientes y lengua. Lo que usted cree que es una enfermedad que afecta a la lengua podría ser un padecimiento completamente diferente.