Las fracturas o astillamientos dentales suelen producirse por uno de los siguientes motivos:
Morder algo duro.
Golpes en la cara o la boca.
Golpes en la cara o la boca.
Una caries que ha debilitado el diente.
Un tratamiento dental previo que ha debilitado el diente.
Un diente fracturado o roto puede doler o no, pero incluso si no duele, es probable que notes un cambio con la lengua, que tiene una sensibilidad que da a las cosas un "efecto lupa", haciéndolas parecer más grandes de lo que son. Esto te ayuda a detectar cualquier elemento no deseado en la comida, como una espina de pescado, un trozo de suciedad o un pelo, y en este caso, puede ayudarte a identificar problemas dentales.
Una fractura dental menor es menos probable que cause dolor, pero una rotura dental grande probablemente dolerá. El nervio del diente puede estar dañado o expuesto al aire o a alimentos o bebidas frías o calientes. El dolor puede ser constante o ir y venir. Mucha gente siente dolor al masticar porque ejerce más presión sobre el diente, que se transfiere a los nervios.
Los dientes agrietados o rotos no pueden tratarse en casa, así que concierta una cita con tu dentista para recibir tratamiento. Hasta que puedas acudir a la consulta, puedes minimizar el dolor con analgésicos de venta libre como el ibuprofeno o el paracetamol. Los alimentos fríos y calientes suelen aumentar la sensibilidad al dolor dental, por lo que también es útil ceñirse a alimentos con temperaturas moderadas.
Los dentífricos y enjuagues bucales específicos para la sensibilidad dental contienen ingredientes que adormecen las terminaciones nerviosas y también pueden aliviar el dolor.
Si tienes un diente roto y estás sangrando, toma las siguientes medidas hasta que acudas a la consulta de tu dentista:
Enjuáguese la boca con agua tibia.
Aplica presión con un trozo de gasa en las zonas sangrantes durante unos 10 minutos o hasta que deje de sangrar. Si esto no funciona, utiliza una bolsita de té húmeda. Según Fairview Health Services, el ácido tánico del té ayuda a coagular la sangre.
Aplícate una compresa fría en la mejilla o los labios sobre el diente roto para ayudar a reducir la hinchazón y aliviar el dolor.
Si no puedes acudir a tu dentista de inmediato, cubre la parte rota del diente con cemento dental provisional. Deberías poder encontrarlo en tu supermercado o farmacia local.
Toma un analgésico sin receta.
Existen varios tipos de fracturas y roturas dentales, cada una de las cuales requiere tratamientos diferentes. Estos incluyen:
Si tiene un diente fracturado o roto, cuanto antes haga una cita con su profesional dental para el diagnóstico y tratamiento, mejor. Ya sea que su diente necesite ser reparado o extraído, evitará desarrollar una condición más grave. Visite la consulta de su dentista, explique lo que sucedió y ellos le ayudarán a recuperar una salud bucal de la que pueda estar orgulloso al sonreír.
CUESTIONARIO SOBRE SALUD BUCAL
Realice nuestra evaluación para sacar el máximo partido a su rutina de cuidado
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