Siempre existe un pequeño riesgo de padecer complicaciones durante y después de cualquier procedimiento médico y dental. Un estudio en dos partes publicado por la Revista Dental Suiza descubrió que el 8 % de los casos de extracción de muelas del juicio presentaron complicaciones.
Una de las más comunes fue la alveolitis, que conformó la mitad de las complicaciones en los pacientes con extracciones de muelas del juicio en el maxilar inferior. La incidencia de la alveolitis fue mucho menor en las extracciones de las muelas del juicio del maxilar superior, presentándose solo en el 0.4 por ciento de los casos, de acuerdo con la segunda parte del estudio de la Revista Dental Suiza. La alveolitis ocurre cuando el coágulo de sangre que se forma en el hueco que deja el diente se suelta o se sale del alvéolo. Esto deja expuestos el hueso y los nervios del área, lo que ocasiona molestias considerables.
Según la nota publicada en la Revista Dental Británica, la alveolitis puede confundirse con una infección alveolar después de una extracción de dientes. Aunque las infecciones alveolares son poco frecuentes, los profesionales dentales suelen recetar antibióticos antes de la extracción de una muela del juicio para evitar infecciones después de la cirugía. Algunos síntomas de infección incluyen fiebre y una secreción blanca o amarillenta en el lugar de la extracción, de acuerdo con el Servicio Nacional de Salud de los E.U.A. (National Health Service, NHS). Póngase en contacto con su profesional dental si percibe alguno de estos síntomas.
Los daños neurológicos constituyen otra de las complicaciones poco frecuentes de las extracciones dentales. El NHS menciona que durante el procedimiento de extracción se puede dañar el nervio trigémino (un nervio craneal que entra en juego durante la masticación), lo que puede causar síntomas como adormecimiento, hormigueo o dolor en los labios, la barbilla, las encías, los dientes y la lengua. El NHS señala que este daño suele ser temporal y que, por lo general, los síntomas desaparecen después de un par de semanas o meses conforme el nervio sana. Durante una extracción de dientes, el profesional dental siempre tomará las medidas necesarias para evitar posibles daños neurológicos.