Sin embargo, al igual que con la mayoría de las cosas en la vida, mucho (o poco) de algo puede convertirse en un problema. El flúor es un ejemplo excelente de la importancia del equilibrio. En general, se trata de un elemento de uso seguro y efectivo contra las caries, pero es importante que conozca los riesgos de consumirlo en exceso. La mayoría de estos problemas provienen por tomar cantidades demasiado altas de este elemento sobre todo a edades tempranas, ya que esto puede resultar en fluorosis dental.
De acuerdo con la ADA, la fluorosis dental, también conocida como dientes veteados, se presenta cuando los niños consumen demasiado flúor durante períodos de tiempo prolongados mientras todavía se están desarrollando sus dientes. La mayoría de los casos de fluorosis se presentan en niños pequeños que consumen complementos de flúor o que se tragan la crema dental con flúor cuando el agua que consumen ya está fluorada. En estos casos, pueden aparecer líneas, puntos o hendiduras en las superficies de los dientes una vez que salen de entre las encías. En los casos más graves, el esmalte puede presentar manchas cafés, negras o grises y los dientes pueden picarse.
No se preocupe. Esto no tendrá un impacto negativo en la salud dental de su hijo. Las manchas y las líneas pueden tratarse y muchas veces se pueden revertir. Con frecuencia, la condición es tan leve que solo un profesional dental puede detectarla.
Es posible padecer de fluorosis hasta aproximadamente los ocho años, ya que a esta edad los dientes siguen desarrollándose en el interior de las encías. Puede encontrar algunos lineamientos útiles acerca del uso seguro del flúor en bebés y niños aquí.
Respecto a los bebés y niños pequeños de hasta tres años de edad:
De tres a ocho años de edad:
La mayoría de los casos de fluorosis se pueden prevenir. Recuérdeles a los niños que no se traguen la crema dental cuando se laven los dientes. Hable con su dentista si le preocupa la cantidad de flúor a la que los niños están expuestos.
En los países desarrollados, la fluorosis no está asociada con una condición médica que ocasione cavidades o que ponga en peligro la salud de su hijo. Algunos casos de fluorosis dental son muy leves y no es necesario hacer un tratamiento, sobre todo cuando se presentan en los dientes de atrás. Sin embargo, si le preocupa el aspecto de los dientes, hay opciones de tratamiento, como por ejemplo el blanqueamiento dental.
Use complementos de flúor como parte de su dieta únicamente si se lo receta su médico o su dentista. Los complementos de flúor se recomiendan para niños de entre 6 meses y 16 años de edad que viven en áreas donde el agua no está fluorada y que como resultado tienen un mayor riesgo de tener caries.
De acuerdo con la ADA, el nivel recomendado de fluoruro en el agua para una buena salud pública es de 0.7 partes de fluoruro por millón de partes de agua. Según la Ley federal de agua potable segura de los EUA, la Agencia de Protección del Medio Ambiente (Environmental Protection Agency, EPA) de los EUA requiere que los sistemas de agua pública notifiquen a los usuarios si el contenido de flúor excede los niveles recomendados.
Si usted vive en un área donde los niveles naturales de flúor en el agua potable exceden las 0.7 partes por millón, piense en usar fuentes de agua alternativas o en tratar el agua que consume para reducir el riesgo que tienen los niños pequeños de padecer fluorosis.
Aunque la EPA no tiene la autoridad para regular los pozos privados de agua potable, recomienda que el agua de estas fuentes se analice una vez al año. Si su hogar recibe agua de un pozo privado, es importante que analice el contenido de flúor cada año, sobre todo si hay niños pequeños viviendo con usted. Los niveles de flúor presentes en el agua de forma natural pueden variar de lugar a lugar. Entregue los resultados del análisis de flúor en el agua a su dentista y a su médico para que le puedan dar información precisa acerca de las necesidades de flúor de su familia.
En general, el consumo de flúor es seguro cuando se usa de acuerdo con las recomendaciones y tiene grandes beneficios para la salud dental de los niños. No se preocupe: aunque algunas partes de la enseñanza de los buenos cuidados bucales no son fáciles, asegurarse de que sus niños reciban las cantidades correctas de flúor es muy fácil. Si tiene dudas, pregunte a su dentista, pediatra o médico familiar, quienes le podrán ayudar a determinar la cantidad apropiada de flúor para su hijo.
La finalidad de este artículo es fomentar la comprensión y el conocimiento de temas generales de salud oral. Su propósito no es sustituir la opinión, el diagnóstico o el tratamiento profesionales. Solicita siempre la opinión experta de tu dentista u otro proveedor de salud Calificado y Dile siempre cualquier pregunta que tengas en relación con alguna enfermedad o tratamiento médico.
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