Cuando un dentista extrae un diente, ya sea una muela del juicio retenida o un molar gravemente cariado, el procedimiento deja un pequeño hueco donde antes estaba el diente. Este hueco, conocido como alvéolo, puede ser muy sensible al principio, por lo que su dentista podría recomendarle realizar una preservación alveolar junto con la extracción. Hay varias razones por las que es importante proteger el alvéolo después de la extracción del diente.
Evitar la alveolitis
Una razón para proteger el hueco es evitar la formación de alveolitis, que se puede producir si se suelta el coágulo de sangre que protege el área afectada, dejando expuesto el nervio. Proteger el alvéolo también protege la cresta alveolar, que es la parte del hueso que rodea las raíces de los dientes y a la que estos están unidos. Las malformaciones de la cresta alveolar también pueden provocar complicaciones a la hora de colocar un implante. Su especialista dental deberá asegurarse de que haya suficiente hueso para reemplazar el diente extraído en el futuro.
¿En qué consiste la preservación alveolar?
Según la Revista de la Asociación Dental Canadiense, no es poco común que el hueso que le daba soporte al diente se deshaga después de la extracción del diente, puesto que ya no tiene ningún propósito que cumplir. Sin embargo, cuando este hueso desaparece, los dientes se pueden separar formando huecos o pueden desalinearse. Esta es la razón por la que las preservaciones alveolares suelen realizarse al mismo tiempo que la extracción del diente.
El procedimiento de preservación alveolar o de la cresta alveolar consiste en la colocación de un injerto óseo en el hueco dejado por el diente. Este injerto puede ser de materiales sintéticos, hueso de otros animales (como vacas) o hueso humano. Después de colocar el injerto en el hueco, el dentista por lo general lo cubre con una membrana de colágeno, después de lo cual la apertura se sutura para mantenerla cerrada.
¿Es necesario?
El objetivo de la preservación alveolar es mejorar la apariencia de los dientes y encías remanentes y volver el proceso de colocación de implantes dentales menos complicado en el futuro. No todos los dentistas ofrecen este procedimiento durante la extracción dental, ya que no todos los consultorios lo consideran necesario o valioso.
Sin embargo, un estudio de la Revista Internacional de Implantes Maxilofaciales menciona que las opiniones al respecto de la preservación de la cresta alveolar podrían estar cambiando. El estudio analizó 13 artículos y llegó a la conclusión de que los procedimientos de preservación alveolar disminuyen las alteraciones horizontales y verticales en la cresta alveolar cerca del lugar de extracción de un diente. Si el procedimiento le interesa, hable con su dentista acerca de las ventajas y desventajas del procedimiento.
Cuidados después de la extracción
Es indispensable cuidar bien del área en torno al hueco después de la extracción de un diente, no sólo para proteger las encías, sino también para disminuir las molestias durante el proceso de recuperación. Su dentista podría pedirle que evite cepillarse los dientes, incluso con cepillos dentales muy suaves, durante al menos un día después de la extracción. También se recomienda que evite realizar actividades que puedan aumentar la presión en la boca durante un tiempo después de la extracción, como fumar cigarrillos o beber con un popote. Igual que los alimentos duros, estas acciones pueden soltar el coágulo de sangre, lo que puede resultar en alveolitis.
Si tiene alguna pregunta sobre el hueco que queda después de la extracción, sin importar si recibió un procedimiento de preservación o no, no dude en consultar a su dentista. Él le podrá decir qué hacer si presenta sangrado o dolor excesivo. La extracción dental y la preservación de la cresta alveolar son procedimientos sencillos y, mientras tome en serio las recomendaciones de su dentista, se recuperará sin ningún problema.