Hay muchas razones por las que sus dientes podrían ser sensibles. No es poco frecuente que los dientes fracturados, un relleno desgastado o con fugas o las caries sean la causa de la sensibilidad y del dolor. Los alimentos y bebidas altamente ácidos pueden provocar la erosión del esmalte dental, el cual, además, podría desgastarse debido a la abrasión por un cepillado dental agresivo o por rechinar los dientes. Con frecuencia, las culpables son las encías retraídas. Ya sea por la enfermedad periodontal o por cepillarse los dientes con un cepillo de cerdas duras, las raíces y el cemento dental expuestos pueden causar sensibilidad ante las diferentes temperaturas. De acuerdo con la Academia de Odontología General, si tiene sensibilidad a las temperaturas altas y bajas durante más de tres o cuatro días, es importante que consulte a su dentista para una evaluación del problema.
En ocasiones, podría tener sensibilidad dental después de tratamientos dentales como la colocación de resinas, preparaciones de corona, blanqueamiento e incluso limpiezas profesionales. Esto casi siempre es temporal, pero hágale saber a su dentista si la sensibilidad persiste. También es posible que descubra que sus dientes se vuelven sensibles cuando usa una crema dental para control de sarro o blanqueadora. Si cree que este es el caso, hable con su dentista o higienista dental acerca de la mejor crema dental para usted.