Cuando los días de usar aparatos por fin terminaron, quizá pensó que el proceso había llegado a su fin. Pero no es así, señala la Dr. Debra Cook de Cook Orthodontics en California, EUA. En lugar de eso, se verá ante la decisión de usar retenedores móviles todas las noches o de usar un retenedor fijo o lingual sujetado a la parte posterior de los dientes. Los dientes se pueden desplazar una vez que el efecto de los aparatos desaparece. Usar un retenedor después del tratamiento evita que estos vuelvan a sus viejas posiciones incorrectas.
Si eligió un aparato fijo, puede que sea necesario que se lo quiten en el futuro por una de las siguientes razones:
Razón #1: Retenedor dañado.
Al igual que cualquier otro aparato dental, los retenedores fijos se pueden dañar. Morder alimentos duros, lastimarse la boca, así como el desgaste natural puede hacer que los alambres se rompan o que los dientes se salgan del aparato. Puede que no se dé cuenta de que el retenedor se ha roto hasta que uno o más dientes se empiecen a mover del lugar. Por ello es indispensable que acuda a revisiones dentales periódicas para asegurar que el retenedor esté en buenas condiciones. Si no es así, es posible que haya que extraerlo.
Razón #2: Acumulación de cálculos en los dientes.
Debido a que los alambres se sujetan a la parte posterior ya sea de sus dientes superiores o inferiores con un adhesivo dental, existe una mayor probabilidad de que se formen cálculos en las superficies. La causa es una combinación de placas y bacterias y, según la Mayo Clinic, a medida que se endurecen los cálculos pueden ocasionar daños en los dientes y en las encías. Para evitar este problema, es importante que ponga el doble de atención a su higiene dental mientras use los retenedores fijos.
Razón #3: Ha usado los retenedores durante mucho tiempo.
Aunque no existe un período de tiempo específico para usar los retenedores fijos, no son del todo permanentes. Ha habido pacientes que han usado el aparato por hasta 20 años y un estudio llevado a cabo en el 2008 por Stout and Booth Orthodontics en Carolina del Norte, EUA, mostró que en la mayoría de los casos no se observaron efectos adversos a largo plazo. El Dr. Jerry Dunn de Cuidado Dental Avanzado de Las Colinas recomienda que los pacientes que hayan invertido en tratamientos de ortodoncia durante la adolescencia usen los retenedores fijos durante el mayor tiempo posible, ya que la mandíbula sigue creciendo hasta los principios de la tercera década de vida. En algún momento sentirá o le harán saber que ha usado los retenedores durante el tiempo suficiente y querrá reemplazarlos con retenedores móviles para usarlos solo por las noches.
Razón #4: Dolor en la boca.
El propósito de los retenedores es asegurar que los dientes no se sigan moviendo y evitar que vuelvan a sus posiciones iniciales. Si su tratamiento de ortodoncia fue exitoso, no debería percibir mucho movimiento residual que le cause molestias. Sin embargo, si este es el caso, la presión le puede causar un dolor constante. La presencia de cálculos también puede resultar en encías inflamadas y sangrantes, así como en mal aliento. Existen enjuagues bucales y geles que le pueden ofrecer alivio rápido, pero si el dolor es constante, la extracción del retenedor fijo podría ser una buena solución a largo plazo.
Lo más importante para cualquier extracción de un retenedor fijo es que debe ser realizada por un ortodoncista profesional para evitar causar daños a los dientes y posibles lesiones en la boca. Su dentista también eliminará el adhesivo restante con un torno dental, aflojará el retenedor para extraerlo y procederá a limpiar y pulir la superficie de los dientes.