A veces, los bebés ya tienen algunos de sus dientes cuando nacen. Estos dientes, conocidos como dientes natales o fetales, se pueden ver en uno de cada 2000 a 3000 bebés, según explica el Instituto Nacional de Salud de los EUA. Debido a que estos dientes aparecen demasiado pronto, muchas veces tienen las raíces débiles, lo lo que significa que se pueden dañar muy fácilmente.
Cuidado de los dientes natales
Con frecuencia, estos dientes se quitan poco después del nacimiento del bebé. Esta extracción se hace para eliminar el riesgo de asfixia por un diente caído. Si los médicos de su bebé consideran que los dientes deben permanecer en su lugar, deberá cuidar muy bien de ellos para evitar dañarlos. Limpie los dientes con suavidad usando un trozo de tela húmeda. Mientras tanto, revise sus encías y la lengua para asegurarse de que los dientes natales no estén causando ninguna lesión.
Una vez que empiecen a salir más dientes de leche, puede empezar a cepillarlos con un cepillo dental para bebés y con una crema dental sin fluoruro. Una vez que su hijo cumpla los 2 años de edad, puede usar una cantidad del tamaño de un chícharo de crema dental con fluoruro.
Dientes natales dañados
Los dientes natales tienden a estar flojos por la debilidad de sus raíces. Están sujetos a la encía mediante un tejido suave, por lo que pueden caerse al comer o al limpiarlos. Estos dientes caídos no deben volver a colocarse, según indica la Asociación Americana de Endodoncia. Volver a colocar un diente de leche caído puede dañar los dientes adultos que se están desarrollando debajo, así que no trate de volver a ponerlo en su lugar. Si a su bebé le sangran las encías, aplique presión para detener el sangrado y trate de consolarlo. Después, visite a su dentista.
Efectos en los dientes adultos
Los dientes natales no son dientes adicionales, sino sólo dientes de leche que brotaron antes de lo normal. Si los dientes de leche se caen cuando son bebés, no los tendrán durante su niñez. Debido a que estos dientes tienden a desarrollarse en la parte delantera del maxilar inferior, el hueco será visible al sonreír y podría ocasionar problemas para comer. Los dientes natales perdidos también pueden causar problemas para los dientes permanentes.
Los dientes de leche actúan como marcadores de posición para los dientes permanentes que los reemplazarán. Si los dientes natales de su bebé se caen antes de tiempo, los otros dientes de leche podrían crecer en ese lugar y llenar el espacio desocupado. Cuando sea hora de que salgan los dientes adultos, puede que no haya espacio suficiente. Esto puede llevar a un amontonamiento de los dientes adultos, de acuerdo con el Hospital de niños de Wisconsin.
Proteger los dientes adultos
Si se caen los dientes natales de su bebé, su dentista puede ofrecerle tratamientos para ayudar a proteger los dientes adultos que crecerán en su lugar. Un aparato metálico conocido como mantenedor de espacio puede ayudar a mantener libre el lugar desocupado. Los mantenedores de espacio se fijan con cemento dental a los dientes que se encuentran junto al hueco, por lo que esta opción de tratamiento tendrá que esperar hasta que le haya salido otro par de dientes de leche a su bebé.
Si los dientes permanentes de su hijo están amontonados o chuecos cuando brotan, un ortodoncista le puede ayudar a tratar el problema cuanto antes. La intervención de ortodoncia puede comenzar a una edad bastante temprana, es decir, a los seis o siete años, ya que es más fácil arreglar estos problemas cuando la mandíbula todavía está creciendo.
Los dientes natales o fetales suelen tener raíces débiles, por lo que no es de sorprenderse si se caen solos o por un golpe. Aunque esto puede llevar a problemas con los dientes adultos, su dentista infantil le puede ayudar a evitar cualquier problema futuro.