a baby smiling sucking her thumb

¿Necesita mi hijo un protector para no chuparse el dedo?

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Si busca un protector de pulgar para su pequeño experto en chuparse el dedo, ha venido al lugar adecuado. Muchos padres tienen dificultades para saber cuándo el hábito de chuparse el dedo pasa a ser un problema y para encontrar la solución adecuada. Estamos aquí para ayudarlo a comprender qué afecciones de la salud bucal se asocian a chuparse el dedo, cuándo debe preocuparse por ello y cómo puede ayudarlo un protector para no chuparse el dedo.

Hábito de chuparse el dedo y protectores

Los niños se tranquilizan a sí mismos de muchas maneras, como abrazando peluches, llevando mantas de apego y chupándose el dedo. Si a su hijo le encanta de chuparse el dedo, no suele haber motivo de preocupación, ya que se trata de un comportamiento totalmente sano y típico en la mayoría de los casos.

Este comportamiento se convierte en un problema cuando se hace con demasiado vigor o pasada cierta edad, ya que hacerlo puede contribuir a que aparezcan problemas dentales. Normalmente, chuparse el dedo no debería suponer un problema para la salud bucal de su hijo hasta más o menos cuando le empiecen a salir los dientes permanentes (de adulto), según la American Dental Association (Asociación Estadounidense de Odontología).

Un protector para no chuparse el dedo ayuda a prevenir estos problemas al impedir que su hijo se chupe el pulgar (también existen versiones para otros dedos). Suelen tener el aspecto de una pequeña hendidura que envuelve la muñeca de su hijo y se extiende hasta el pulgar y están hechas de tela o de plástico. Otra variedad no cubre el pulgar de su hijo, sino que limita la movilidad de su codo, por lo que no puede doblar completamente la mano hacia la boca.

¿Cuándo debo usar un protector?

La mayoría de los niños dejarán este comportamiento por sí solos entre los dos y los cuatro años o más o menos cuando les empiecen a salir los dientes permanentes, según la American Dental Association. Es posible que su hijo no necesite tratamiento para chuparse el dedo si deja de hacerlo antes de que erupcionen sus dientes permanentes (de adulto) y usted no nota ningún efecto secundario adverso.

No existe una indicación exacta de cuándo la succión del pulgar de su hijo presenta un problema que requiera tratamiento que usted pueda determinar por sí mismo. Si cree que la salud bucal o el habla de su hijo se ven afectados por chuparse el dedo, lo mejor es que consulte a su dentista profesional para obtener un diagnóstico experto y asesoramiento sobre el tratamiento.

Aunque chuparse el dedo no sea todavía un problema para su hijo, cuanto más tiempo tenga el hábito, más difícil le resultará superarlo. Teniendo esto en cuenta, puede ser buena idea animarlos a dejar de tener esta conducta antes de que produzca problemas bucales.

Algunas medidas que puede tomar antes de utilizar un protector para no chuparse el dedo pueden ser las siguientes:

  • Recompénselos por no chuparse el dedo o por utilizar un método más sano para tranquilizarse, como coger un peluche o utilizar una pelota antiestrés.

  • Haga una tabla para seguir su comportamiento con pegatinas y recompénselos cuando alcancen un número determinado.

  • Recuérdeles amablemente que no se chupen el dedo y ayúdelos a controlar o reducir su estrés.
  • Evite avergonzar, criticar o castigar a su hijo por chuparse el dedo. Esto puede contribuir al estrés y aumentar su comportamiento para autocalmarse.
  • Pruebe a ponerles un calcetín o una venda en el pulgar como recordatorio para que no se lo chupen.

Le recomendamos que intente reforzar el buen comportamiento de su hijo y que hable con el profesional médico o dental de su hijo para asegurarse de que chuparse el dedo es un problema antes de comprar un protector.

Signos de daños

Los problemas de salud bucal y del habla son los posibles efectos secundarios adversos de chuparse el dedo que debe vigilar en su hijo. Recuerde que, por lo general, solo se dan en los casos en los que el comportamiento es enérgico o se prolonga hasta alrededor de los cinco años.

Si su hijo se chupa el dedo vigorosamente o ha superado los cinco años, esto puede producir lo siguiente:

Si su hijo muestra alguno de estos síntomas, lo mejor es que consulte a su dentista o a un profesional médico para confirmar que la succión del dedo es un factor contribuyente o la causa subyacente. Cuanto antes afronte los problemas potenciales, más probabilidades tendrá de evitar que se produzcan problemas asociados.

Presentación del uso de un protector

Cuando se trata de chuparse el dedo (o de presentar el uso de un protector de pulgar para bebés o para niños pequeños), el refuerzo es su mejor apuesta. Recomendamos elogiar y recompensar los comportamientos positivos y utilizar un estímulo amable, en lugar de avergonzar o castigar los comportamientos que quiere que su hijo deje de hacer. Aumentar su ansiedad o malestar solo contribuirá a su deseo de autocalmarse con su conducta favorita.

Cuando le muestre a su hijo el protector por primera vez, preséntelo de forma positiva y no como un castigo por mal comportamiento. Intente convertirlo en una actividad divertida, hágale elogios y recompénselo por usarlo, para que formen asociaciones positivas con el uso del protector.

Es importante tener en cuenta que el uso de un protector para el pulgar dificultará que su hijo utilice las manos y realice tareas de forma independiente, especialmente si necesita un protector para ambas manos.

Los protectores no sustituyen al refuerzo positivo ni a otras técnicas de crianza, pero pueden ser un complemento útil para facilitarle un poco el trabajo. Asegúrese de recurrir a los profesionales médicos y dentales de su hijo para que le den su visión experta y asegurarse de que chuparse el dedo es un problema antes de tomar medidas drásticas o preocuparse demasiado. Ha dado un gran paso para comprender qué contribuye a chuparse el dedo y cuándo son apropiados los protectores para su hijo.

La finalidad de este artículo es fomentar la comprensión y el conocimiento de temas generales de salud oral. Su propósito no es sustituir la opinión, el diagnóstico o el tratamiento profesionales. Solicita siempre la opinión experta de tu dentista u otro proveedor de salud Calificado y Dile siempre cualquier pregunta que tengas en relación con alguna enfermedad o tratamiento médico.