Si ha notado la aparición de ampollas rojas y dolorosas en el interior de la boca de su hijo, sabemos que puede sentir un sobresalto inicial de pánico. Es comprensible sentirse alarmado, sobre todo si ha estado cuidando mucho de la salud bucal del niño. Pero es posible que su hijo padezca la enfermedad de manos, pies y boca (EMPB), que poco tiene que ver con su higiene bucal.
Según los síntomas de su hijo y la gravedad de estos, probablemente tenga muchas preguntas. Algunas de las preguntas pueden ser: ¿la enfermedad de manos, pies y boca causa mal aliento? ¿Qué debo hacer si mi hijo no quiere comer ni beber? Repasemos qué es la EMPB, cómo se contrae, los síntomas, el tratamiento y la prevención, a fin de que pueda obtener un diagnóstico adecuado y ayudar a su hijo a poner en práctica nuevos hábitos para mitigar sus posibilidades de volver a infectarse.
¿Qué es la enfermedad de manos, pies y boca (EMPB)?
La EMPB proviene del virus Coxsackie, que forma parte de la familia de los enterovirus no poliomielíticos. Diferentes cepas del virus Coxsackie causan EMPB en distintas partes del mundo. En Estados Unidos, el virus Coxsackie A16 es una de las causas comunes de la EMPB. Es un virus relativamente común y leve. Pero la EMPB es contagiosa, especialmente entre los niños pequeños en guarderías y escuelas.
Contracción de la EMPB
La EMPB suele transmitirse de persona a persona a través de la saliva, las heces, el líquido de una ampolla reventada y las gotitas de líquido que se esparcen en el aire por la tos o los estornudos. Dado que estas sustancias son habituales en los entornos de cuidado infantil, donde hay muchos cambios de pañales y los niños comparten juguetes y se llevan las manos a la boca, estos espacios pueden ser un caldo de cultivo para la EMPB.
Aunque puede aparecer en cualquier época del año y en cualquier persona, la EMPB es más frecuente entre los niños pequeños (menores de cinco años) en los climas más templados de verano y otoño.
Síntomas de la EMPB
Los síntomas de la EMPB varían de un niño a otro. Algunos pueden experimentar solo uno o dos de los síntomas siguientes, mientras que otros experimentarán varios. Las personas infectadas pueden incluso ser asintomáticas. Pero, aunque no presenten síntomas, pueden ser contagiosos. Es por eso que puede ser un virus tan molesto en zonas de mucho tráfico, como las guarderías. Entre los síntomas de la EMPB, se incluyen los siguientes:
- Fiebre que dura uno o dos días.
- Úlceras dolorosas dentro y alrededor de la boca.
- Erupción cutánea con ampollas en manos y pies, que también puede aparecer en la región de los glúteos.
- Poco apetito y dificultad para tragar alimentos y agua. Si un niño no puede beber suficientes líquidos debido al dolor de sus úlceras bucales, puede sufrir deshidratación.
- Una sensación general de malestar o irritabilidad en los bebés.
- Mal aliento.
La enfermedad de manos, pies y boca tiene una infección relacionada, conocida como herpangina. Los primeros síntomas suelen ser similares a los de la EMPB, incluidos fiebre, dolor de garganta y dificultad para tragar. Les siguen pequeñas ampollas en la parte posterior de la boca, que forman grandes úlceras cuando revientan. La herpangina afecta mayormente a niños de tres a diez años durante el verano y el otoño. Por suerte, las infecciones de herpangina normalmente duran de tres a cinco días.
Se desconoce cuántas personas contraen la EMPB cada año, ya que algunas pueden ser asintomáticas o presentar síntomas leves.
Tratamiento de la EMPB
No existe tratamiento para la EMPB, pero eso no significa que no haya formas de aliviar los síntomas y ayudar a su hijo a sentirse más cómodo mientras se recupera. Aunque la mayoría de los casos de EMPB se resuelven por sí solos en unos días, debe llevar a su hijo al médico si es incapaz de beber líquidos o si sus síntomas empeoran después de unos días. Los médicos y odontólogos recomiendan tratamientos de apoyo para la EMPB, como analgésicos tópicos de venta libre para aliviar el dolor, tanto por vía oral como en otras zonas. El paracetamol y el ibuprofeno también se recomiendan para aliviar los dolores de cabeza y de garganta.
Es esencial mantener a su hijo hidratado, y a veces es necesario administrarle líquidos por vía intravenosa en los casos en que las úlceras de la boca duelen demasiado como para beber líquidos. Los cuidados en el hogar pueden incluir darle a su hijo trocitos de hielo, helado o paletas heladas para chupar y bebidas frías para beber. También le recomendamos evitar los alimentos picantes, ácidos y dulces. Los alimentos y líquidos suaves, fríos e hidratantes ayudarán con el alivio de los síntomas molestos, mientras que otros pueden exacerbar el dolor.
Durante la recuperación, también puede ayudar a su hijo a mantener su rutina de cuidado bucal mediante un cepillado suave de la sonrisa dos veces al día con un cepillo de dientes de cerdas extrasuaves. Asegúrese de deshacerse de este cepillo cuando el niño se recupere para que no se vuelva una fuente de reinfección. En la mayoría de los casos, una persona que haya contraído la EMPB se recuperará por completo en menos de dos semanas, como señala la Cleveland Clinic.
Prevención de la EMPB
Dado que la EMPB se propaga a través del contacto con la saliva, las gotitas respiratorias, las heces o las ampollas reventadas de una persona infectada, ¡es esencial mantener una higiene de primera! Enseñar a sus hijos a lavarse las manos después de ir al baño y resistir el impulso de llevarse las manos a la boca puede ayudar a prevenir la propagación de la EMPB. En los entornos de cuidado infantil, también es fundamental desinfectar con frecuencia las superficies (incluidos los juguetes y otros objetos compartidos) y lavarse las manos con regularidad. Al igual que con otros virus contagiosos, mantenga alejado de los demás a cualquier niño que sepa que está infectado para evitar la propagación.
Sabemos que nunca le agrada la idea de que su hijo se sienta mal, ya se trate de síntomas leves como un malestar general o de un problema más grave como la aparición de ampollas que dificultan que su hijo coma y beba. Pero la enfermedad de manos, pies y boca es una infección común entre los niños pequeños, especialmente en guarderías y escuelas. Mientras se recupera, ayude a su hijo a mantenerse hidratado, dele alimentos blandos, frescos y reconfortantes, y manténgalo alejado de otros niños para evitar la propagación de la EMPB. Y su mejor apuesta para la prevención es incorporar hábitos de higiene que ayudarán a prevenir también otras infecciones comunes.