¿Cómo puedo hacer que mi hijo deje de morder?
Si se encuentra lidiando con niños que muerden, ya sea su hijo el que muerde o el que recibe la mordida, aproveche esa oportunidad para educar a su hijo sobre la salud bucal adecuada. En primer lugar, ayúdelo a ver que el dentista es un aliado y muéstrele que las revisiones periódicas no dan miedo. Eso significa acudir periódicamente a citas preventivas por limpiezas dentales para dar el ejemplo.
La siguiente parte de la ecuación empieza en casa. Cepille esos mordedores al menos dos veces al día y utilice un cepillo interdental con regularidad. Pruebe una pasta dental que combata las caries con una fórmula con flúor clínicamente probada para niños. Fomente la ingesta de refrigerios saludables, como frutas y verduras, en lugar de las alternativas llenas de azúcar. Ayudar a su hijo a desarrollar buenos hábitos de cuidado bucal a una edad temprana puede conducir a buenos hábitos de salud bucal de por vida cuando sea adulto.
Los siguientes consejos pueden ayudar a evitar futuros incidentes de mordidas:
Haga hincapié en lo positivo con su hijo. Hágale cumplidos en los momentos de buen comportamiento en lugar de regañarlo cuando se porta mal.
Manténgase firme en el mensaje con su regla de “no morder”. Con el tiempo, su hijo entenderá que esta regla es permanente.
Cuando se aventure a situaciones que puedan provocar que su hijo se porte mal, convérselo con él con antelación para que sepa cuáles son sus expectativas.
Intente mantener a su hijo en una rutina buena y constante con interrupciones mínimas, ya que los cambios en su rutina pueden desencadenar estrés y comportamientos de mordidas.
Morder puede ser el resultado de la incapacidad de comunicarse plenamente, así que busque otros métodos para ayudar a su hijo a expresar sus emociones. Consultar a un médico o a un terapeuta es un buen comienzo si no está seguro de cuáles son los métodos de superación adecuados. En poco tiempo, su pequeño solo utilizará sus mordedores para sonreír y reír.
Preguntas frecuentes sobre los niños y las mordidas
¿Por qué muerden los niños?
Los niños pequeños suelen morder como forma de explorar su entorno o expresar grandes emociones que no pueden expresar verbalmente. Estas pueden incluir frustración, excitación o aburrimiento.
¿Cómo debo responder si mi hijo muerde a alguien?
Con calma pero firmeza, recuérdele a su hijo su regla de “no morder”. Compruebe que el receptor de la mordida se encuentre bien y procure que reciba primeros auxilios o atención médica si lo necesita. A continuación, consuele a su hijo y explíquele que hay formas más adecuadas de expresar las emociones.
¿Qué estrategias puedo usar para evitar que mi hijo muerda?
Sea coherente con su mensaje de “no morder”; fije expectativas y nunca deje pasar un incidente de mordida sin reconocerlo. Aproveche cualquier incidente como una oportunidad para discutir otras formas de manejar las emociones y de expresarse. Y asegúrese de reforzar el buen comportamiento y elogiar a su hijo por expresarse de forma adecuada. Si sus esfuerzos por acabar con el hábito de morder de su hijo no tienen éxito, considere pedir consejos a su pediatra o a un terapeuta conductual.
¿Cómo puedo lidiar con los incidentes de mordidas en la guardería o el preescolar?
Si su hijo está pasando por una fase de morder, hágaselo saber a su guardería o centro preescolar para que puedan estar preparados. Cuénteles cualquier estrategia que haya puesto en marcha en casa para que puedan reforzar sus mensajes y comparta con ellos cualquier cosa que le haya dado buenos resultados. Si su hijo muerde a otro niño, es probable que el centro preescolar o la guardería dispongan de una política para tratar este tipo de incidentes.
¿Cuándo debo buscar ayuda profesional para el comportamiento de mi hijo cuando muerde?
Si sus esfuerzos por controlar las mordidas en casa no han tenido éxito, si su hijo muerde a otros con suficiente fuerza como para causar lesiones o si también muestra comportamientos agresivos, pida consejos a su pediatra o a un terapeuta conductual.