Hombre que se realiza una limpieza dental

Cuatro herramientas de limpieza dental que usan los profesionales

Mantener una buena higiene bucal tiene muchas ventajas. Si bien la limpieza dental diaria en casa es la base de una buena salud bucal, los dentistas recomiendan acudir a un tratamiento preventivo profesional al menos dos veces al año. Puede que la visita al dentista le genere nervios porque no sabe qué sucederá en cada consulta. Prepárese mentalmente conociendo los nombres y las funciones de algunas de las herramientas dentales estándar que verá durante su cita para limpieza regular.

1. Espejos

Un espejo dental es la herramienta profesional más importante tanto para dentistas como para higienistas dentales. Sin esta herramienta, sería un desafío examinar las superficies de los dientes o el tejido gingival en la parte posterior de la boca. Los espejos pueden estar hechos de marcos de metal o de fibra de vidrio con superficies de alta tecnología, como los espejos de rodio, para evitar que la imagen se distorsione.

Al reflejar la luz desde arriba, los espejos dentales ayudan a iluminar el interior de la boca, lo que le permite a su higienista identificar los depósitos de cálculos más fácilmente. Algunos espejos tienen una forma cóncava con capacidad de aumento, para que su higienista dental pueda detectar hasta los depósitos más pequeños.

El mango suele estar hecho de un material de acero inoxidable o de resina. Si bien algunos espejos son reutilizables, otros son livianos y desechables para facilitar su uso y reducir la fatiga de la muñeca.

2. Raspadores

Los raspadores son herramientas manuales de limpieza dental hechas de metal que raspan los dientes para quitarles la placa y los cálculos (el sarro). El extremo puntiagudo se usa para la parte del diente que sobresale del borde de las encías, mientras que el extremo romo curvo se usa para llegar a la parte que está oculta debajo del borde de las encías sin dañar el tejido gingival.

La mayoría de los higienistas dentales suelen comenzar con un raspador ultrasónico, que ayuda a eliminar la placa y el sarro mientras rocía agua para enfriar la punta del instrumento y enjuagar la boca. Según la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla pueden funcionar a través de dos efectos: el magnetostrictivo y el piezoeléctrico, los cuales operan con diferentes frecuencias y movimientos de punta. Después, se usan instrumentos raspadores manuales para quitar toda la placa y el sarro restantes de los dientes.

Si usted usa algún dispositivo médico, pregunte a su higienista dental acerca de las contraindicaciones de uso de los escaladores ultrasónicos magnetostrictivos, ya que podrían generar interferencia.

3. Pulidores

Después de que su higienista dental haya eliminado la placa y el sarro de sus dientes, el siguiente paso es pulir cada diente para asegurar que quede lo más blanco y brillante posible. Los pulidores más utilizados son unas pequeñas copas de goma en ángulo profiláctico instaladas en una herramienta pulidora eléctrica de rotación lenta. Con una pasta abrasiva, que puede ser suave a moderada, se eliminan las irregularidades de los dientes y toda la superficie queda lisa y limpia. Esto permite que el tejido sano de las encías se adhiera a la superficie del diente. El pulido se completa después del raspado ultrasónico y manual.

4. Primero: un enjuague bucal

Sin importar qué herramientas de limpieza dental use su higienista dental, la limpieza profesional comenzará con un enjuague bucal antes del procedimiento. Esto lo hace más seguro tanto para su higienista dental como para usted.

La próxima vez que vea la bandeja de instrumentos de su higienista, podrá identificar los raspadores, los espejos y los pulidores. Además, sabrá que esas herramientas limpiarán sus dientes y evitarán que sufra de problemas de salud bucal como la gingivitis y las caries. ¡Y no dude en pedirle a su higienista dental más información sobre los instrumentos que usa!

La finalidad de este artículo es fomentar la comprensión y el conocimiento de temas generales de salud oral. Su propósito no es sustituir la opinión, el diagnóstico o el tratamiento profesionales. Solicita siempre la opinión experta de tu dentista u otro proveedor de salud calificado y consúltales cualquier pregunta que tengas en relación con alguna enfermedad o tratamiento médico.