A simple vista, tus dientes relucientes pueden parecer saludables, pero el esmalte debilitado puede minar tu salud bucal sin decolorar tu sonrisa. Un esmalte dental resistente es uno de los elementos más importantes de un buen cuidado bucal, y protegerlo es primordial para gozar de una salud general excelente a largo plazo. Por fortuna, hay muchas maneras de ayudar a fortalecer el esmalte, por más debilitado que esté.
El esmalte dental es la capa externa de los dientes y sirve para protegerlos de la caries y el deterioro físico. Este esmalte puede debilitarse a causa de la genética y diversas enfermedades, como la celiaquía, según Everyday Health. Asimismo, un cepillado inadecuado (o uno demasiado intenso) y los alimentos ácidos también pueden descomponer y dañar al esmalte e ir debilitándolo con el tiempo.
Por desgracia, a diferencia de los huesos (que contienen células regenerativas), el esmalte no se regenera. Una vez que se desgasta, no se puede sustituir. Pero sí podés tomar medidas para fortalecer el esmalte debilitado y detener una erosión creciente.
Los carbohidratos fermentables, presentes en golosinas, cookies, gaseosas, panes, galletas saladas, bananas y muchos cereales de desayuno ricos en azúcar, se combinan con las bacterias bucales para crear ácidos dañinos que descomponen los componentes del esmalte dental. Este proceso se llama desmineralización porque el ácido "corroe" los minerales producidos naturalmente dentro del esmalte. En términos generales, los productos azucarados y muy procesados a la larga pueden desmineralizar el esmalte, sobre todo si no te ocupás de cepillarte los dientes debidamente. Los ácidos producidos por estos alimentos se adhieren a los dientes y se acumulan en ellos después de las comidas.
Una de las mejores medidas de prevención que podés tomar es usar de forma habitual productos que contengan agentes remineralizantes. El mineral de flúor es una de las mejores soluciones fortificantes. Tomar agua fluorada y preguntar a tu odontólogo por los fluoruros tópicos son excelentes pasos a seguir.
Si has sentido una punzada de sensibilidad al cepillarte los dientes o al comer, siempre es mejor que consultes con tu odontólogo. Pero cepillarte con demasiada fuerza o con un cepillo de cerdas duras puede romper el esmalte por sí solo. Para fortalecerlo, tené presentes estos consejos:
Tal vez te sorprenda saber que la caries dental que puede desarrollarse como consecuencia de un esmalte debilitado no era un problema tan importante en la antigüedad como lo es hoy, según la Universidad de Berkeley, California (UC Berkeley). Las dietas modernas, desde la Revolución Industrial, han tenido mucho que ver en el incremento del nivel de caries de la población.
Algunos alimentos ayudan a remineralizar los dientes, por lo que elegir una dieta rica en estos elementos puede ayudar a fortalecer el esmalte. La Asociación Dental Americana (ADA) recomienda ingerir alimentos de todos los grupos para disfrutar de una boca sana:
Se ha descubierto que determinados alimentos, como el queso, previenen la desmineralización de los dientes, según los Institutos Nacionales de Salud estadounidenses (National Institutes of Health, NIH). El queso favorece el flujo de saliva, lo que ayuda a mantener el nivel de pH e inhibir la producción de ácidos en la boca. El apio, una verdura con un alto contenido de agua, también contribuye a mantener los niveles de saliva en la boca, y así remineralizar el esmalte dental delicado.
Reforzar el esmalte dental eligiendo los alimentos idóneos y desterrando los menos apropiados, además de seguir un buen cuidado bucal con productos como una crema dental para sustituir el calcio natural, ayudará a tus dientes a conservarse fuertes y hermosos por más tiempo.
La finalidad de este artículo es fomentar la comprensión y el conocimiento de temas generales de salud oral. Su propósito no es sustituir la opinión, el diagnóstico o el tratamiento profesionales. Solicita siempre la opinión experta de tu dentista u otro proveedor de salud calificado y consúltales cualquier pregunta que tengas en relación con alguna enfermedad o tratamiento médico.
