Si su dentista menciona su periodonto durante una revisión, no se preocupe. No se trata de una enfermedad dental rara. Este término dental se refiere a las encías y al resto de los tejidos blandos que rodean y les dan soporte a los dientes.
¿Qué es el periodonto?
La red de apoyo de los dientes
El trabajo de nuestros dientes es muy demandante. Mastican la comida, nos ayudan a hablar y les dan soporte a nuestros labios y al rostro. Para trabajar de manera efectiva, deben estar asentados con firmeza en las encías, pero también deben poder moverse ligeramente bajo presión. Aquí es donde entra el periodonto. De acuerdo con la Revista de Odontología e Higiene Oral (Journal of Dentistry and Oral Hygiene), esta parte de la boca incluye el cemento radicular, los ligamentos periodontales, las encías y el hueso alveolar. El cemento radicular rodea las raíces del diente, los ligamentos periodontales unen al cemento con el hueso alveolar y las encías cubren el hueso. En conjunto, estas estructuras sirven para mantener a los dientes en su lugar con firmeza, pero sin demasiada rigidez.
La enfermedad de las encías
El deterioro dental y la caries son malas para la salud bucal, pero ¿sabía que también es importante evitar la enfermedad de las encías? Cuando están sanas, las encías protegen el resto del periodonto y las raíces de nuestros dientes. Sin embargo, si las bacterias y la placa invaden los tejidos de las encías, éstas pueden sangrar y enrojecerse, además de inflamarse y doler. Esta primera etapa de la enfermedad de las encías se conoce como gingivitis.
Si no se trata, la gingivitis se convierte en la enfermedad periodontal, la cual afecta al resto del periodonto. Aquí, las encías se inflaman y se enrojecen y empiezan a retraerse de los dientes formando bolsas. A medida que las demás estructuras van rompiendo, las bolsas se vuelven más profundas y los dientes se pueden caer. La enfermedad periodontal está asociada con enfermedades que afectan a todo el cuerpo, como la diabetes y la cardiopatía.
¿Qué actividades dañan al periodonto?
Para reducir sus probabilidades de padecer la enfermedad de las encías, la Escuela Médica de Harvard (Harvard Medical School) recomienda evitar fumar y comer una dieta rica en frutas y verduras. Fumar más de una cajetilla y media de cigarrillos al día aumenta seis veces el riesgo de padecer la enfermedad periodontal y fumar tan solo media cajetilla de cigarros aumenta el riesgo de padecer la enfermedad tres veces. Las personas que fuman también son más susceptibles a presentar depósitos duros calcificados en el borde de las encías, conocidos como tártaro o sarro, y pueden sufrir de una mayor pérdida ósea en las raíces de los dientes.
Existen pruebas de que los alimentos que elegimos comer también pueden ayudar a prevenir la enfermedad de las encías. Coma una dieta sana que incluya nueces, leguminosas, frutas, vegetales, aceites vegetales y pescados grasos para ayudar a evitar inflamaciones que puedan afectar sus encías.
Encías sanas
Mantenga una buena rutina de higiene oral diaria y acuda regularmente a sus consultas dentales para mantener fuertes sus encías. Cepíllese los dientes cuidadosamente dos veces al día con un cepillo dental de cerdas suaves colocando el cepillo a un ángulo de 45 grados hacia el borde de las encías. Use hilo dental una vez al día formando una C alrededor de cada diente para eliminar los restos de alimentos y de placa. Use también un enjuague bucal que proteja la salud de sus encías una vez al día. Por último, acuda a su dentista al menos dos veces al año para una revisión. Él o ella podrá detectar cualquier señal de la enfermedad de las encías que se le haya escapado a usted y tratar la condición antes de que se agrave.
Al mantener sus encías limpias y sanas, usted está protegiendo el resto de su periodonto. Pregúntele a su dentista sobre sus consejos de cómo mantener sus encías en buenas condiciones. Así, usted irá por buen camino para reducir su riesgo de padecer tanto de una grave enfermedad de las encías como de pérdida dental.
La finalidad de este artículo es fomentar la comprensión y el conocimiento de temas generales de salud oral. Su propósito no es sustituir la opinión, el diagnóstico o el tratamiento profesionales. Solicita siempre la opinión experta de tu dentista u otro proveedor de salud calificado y consúltales cualquier pregunta que tengas en relación con alguna enfermedad o tratamiento médico.