Retracción de encías. No, no es un descenso en las ventas de chicles. Estamos hablando de cuando el borde de las encías lentamente se aleja de los dientes, haciendo que se vean más largos y, en el proceso, dejando expuestas las raíces: una señal significativa de la enfermedad de las encías. Las encías retraídas o retracción gingival pueden ser el resultado de varios factores, de los cuales algunos se pueden controlar y otros están fuera de nuestras manos. Las encías retraídas no vuelven a crecer. Sin embargo, su dentista o periodoncista pueden ofrecerle un tratamiento para esta afección y evitar que empeore, ¡lo cual ya es motivo suficiente para sonreír!
¿Qué es la retracción de encías?
Su tejido gingival, o encía, forma parte del periodonto, la estructura que sostiene los dientes. La encía adherida es la parte de la encía que recubre el hueso y el tejido conectivo que mantiene los dientes en su lugar. El margen gingival es el borde del tejido gingival, que se asienta firmemente alrededor de la base de cada diente y crea un sello protector.
La retracción de encías se produce cuando la encía adherida empieza a separarse de la superficie de la raíz del diente, exponiéndolo a bacterias o lesiones. A diferencia de la corona del diente (la parte visible), que está cubierta de esmalte duro, la raíz está recubierta de un cemento más débil. Cuando queda expuesto por la retracción de encías, el cemento puede deteriorarse o erosionarse a un ritmo más rápido que el esmalte. Por esa razón, la retracción de encías puede causar un mayor riesgo de sensibilidad y caries.
Si usted cree que sus encías se están retrayendo, póngase en contacto con su dentista o su periodoncista para evitar que el proceso avance y trabaje con él o ella para poner en marcha un plan de tratamiento.
¿Cuáles son las causas de la retracción de encías?
Cualquiera de los siguientes factores puede contribuir a la retracción de encías:
- Mala salud bucal Si tiene demasiada placa acumulada entre los dientes y las encías, las bacterias de esta placa pueden hacer que las encías se inflamen, lo que puede resultar en la pérdida de dientes o en retracción gingival.
- Cepillado o uso de hilo dental agresivo. Cepillarse los dientes y usar hilo dental con demasiada fuerza son problemas reales que pueden dañar tanto los dientes como las encías. Trate de enfocarse en una técnica suave, lávese los dientes con un cepillo de cerdas suaves y use hilo dental correctamente sin causar ni dolor ni sangrado.
- Fluctuaciones hormonales. Las épocas de cambios hormonales, como la pubertad, el embarazo o la menopausia, pueden desencadenar la retracción gingival y otros problemas de encías.
- Genética. La composición genética que heredamos de nuestros padres también puede afectar las encías retraídas.
- Posición anormal de los dientes. Los dientes desalineados pueden provocar una retracción gingival al ejercer presión sobre determinadas zonas de las encías.
- Bruxismo. El hábito de rechinar y apretar los dientes, también conocido como bruxismo, suele ocurrir al dormir y se puede remediar fácilmente con un protector dental para evitar tanto la retracción gingival como la sensibilidad dental y la pérdida de dientes.
- Traumatismo. Una lesión o un traumatismo considerable de las encías (o los dientes de la zona) también pueden hacer que las encías se retraigan.
- Tabaco. Fumar o consumir otros productos de tabaco está relacionado directamente con la retracción de encías.
¿Cuáles son los síntomas de la retracción de encías?
El principal signo de la retracción de encías es que parecen separarse de los dientes. Los dientes pueden parecer más largos debido a las raíces expuestas, que pueden verse más oscuras que la corona del diente. También puede haber una “muesca” perceptible que marca la línea entre la corona y la raíz.
También puede notar otros signos y síntomas, algunos de los cuales son signos de afecciones asociadas a la retracción de las encías. Entre otros, se incluyen:
- Sensibilidad a los alimentos y bebidas calientes o fríos, el aire frío o el tacto.
- Enrojecimiento, inflamación o dolor de encías.
- Sangrado de encías.
- Mal aliento.
- Dolor al masticar.
- Dientes flojos.
Retracción de encías Opciones de tratamiento
¿Las encías volverán a crecer? No. Pero, ¿puede detener la retracción gingival, sanar sus encías y mejorar su sonrisa? Por supuesto. Existen algunas opciones de tratamiento para la retracción de encías, quirúrgicas y no quirúrgicas, que pueden ayudarlo. Trabaje con su dentista y/o periodoncista para ver si alguna de estas opciones es la correcta para usted.
Tratamientos no quirúrgicos para la retracción de encías
La limpieza profunda es un procedimiento utilizado para tratar la enfermedad periodontal, una causa frecuente de la retracción de las encías. También conocida como raspado y alisado radicular, consiste en utilizar instrumentos especiales para limpiar la placa, el sarro y las bacterias de la superficie radicular del diente. A continuación se alisa la raíz para que el tejido de la encía pueda volver a adherirse a la superficie.
Tratamientos quirúrgicos para la retracción de encías
Aunque el raspado y alisado radicular pueden ayudarlo a recuperar la salud de sus encías, no pueden devolverle el tejido gingival perdido. Pero si las raíces expuestas le están causando problemas de salud bucal o afectando a su confianza, existen varias opciones quirúrgicas que pueden restaurar el aspecto y la función de sus encías.
- Remodelación gingival. Un periodoncista (especialista en encías) utilizará un bisturí o un láser para remodelar la línea de sus encías.
- Injerto de encías. Su periodoncista tomará tejido sano de otra parte de la boca (o de un donante) y lo coserá sobre las zonas de encías retraídas. La recuperación puede tardar hasta una semana, aproximadamente, ya que las encías y la zona del injerto (normalmente el paladar) necesitan tiempo para cicatrizar.
- Tratamiento de regeneración. Un enfoque más moderno, consiste en retraer el tejido de la encía y colocar un injerto óseo u otro material regenerativo para sustituir el hueso perdido. La regeneración suele ser el último recurso cuando hay daños significativos en los tejidos gingivales y óseos por la enfermedad periodontal.
¿Cómo prevenir el avance de la retracción de encías?
Prevenir la retracción de encías suele reducirse a los fundamentos de una buena higiene bucal:
- Cepillarse los dientes dos veces al día
- Utilizar hilo dental a diario.
- Utilizar un cepillo de cerdas blandas.
- Aplicar una técnica de cepillado dental correcta para proteger el esmalte y las encías.
Si las encías se están retrayendo por factores que están fuera de su control, consulte a su dentista o periodoncista para que le indique un posible tratamiento.
Las encías retraídas, lamentablemente, no vuelven a crecer. Pero, con los cuidados y el tratamiento adecuados por parte de su dentista, su periodoncista y usted, recuperará la seguridad en su sonrisa.