Una de las emergencias dentales más dolorosas, pero fáciles de tratar, es la alveolitis. Los síntomas de esta enfermedad aparecen después de la extracción de un diente. La alveolitis requiere de cuidados de seguimiento por parte del médico que haya realizado la cirugía, un cirujano bucal o un dentista familiarizado con el tratamiento. Este artículo ofrecerá una definición de alveolitis, presentará los síntomas, le dirá qué factores contribuyen a su aparición y le aconsejará acerca de los métodos de tratamiento para la alveolitis.
¿Qué es la alveolitis?
El nombre clínico de la alveolitis es osteítis alveolar, que es una inflamación del alveolo (el hueco dental) que ocupa el diente, ya sea en el maxilar superior o en el inferior. Por lo general se presenta en la mandíbula (maxilar inferior), pero también se puede presentar en el maxilar superior. La alveolitis suele presentarse de un solo lado, a menos que se hayan realizado múltiples extracciones al mismo tiempo, en cuyo caso la complicación podría estar relacionada con la dificultad del procedimiento. Entre más difícil haya sido la extracción, mayores son las probabilidades de padecer alveolitis.
En un proceso de curación saludable después de una extracción se presentarán coágulos de sangre naturales, dando inicio al proceso de cicatrización. En el caso de alveolitis, el proceso de curación se interrumpe y el dolor puede llegar a ser bastante fuerte, según MouthHealthy.
¿Cuáles son los síntomas de la alveolitis?
Los pacientes describen el dolor sintomático de la alveolitis desde un dolor sordo y palpitante hasta un dolor agudo y punzante que se ve agravado al comer y es sensible al tacto. El dolor suele presentarse aproximadamente tres días después de la extracción, y la alveolitis rara vez desaparece sola.
¿Qué hace a una persona más susceptible a padecer alveolitis?
La causa más común de alveolitis es fumar o haber fumado en las 72 horas después de la cirugía. Las instrucciones postoperatorias establecen claramente que no se debe fumar en los primeros tres días después de la cirugía. Sin embargo, algunos pacientes no son capaces de abstenerse de fumar tan repentinamente. Las toxinas presentes en el tabaco interfieren con el proceso de curación.
También hay pruebas recientes de que los anticonceptivos orales podrían aumentar las probabilidades de padecer de alveolitis, algo de lo que los pacientes deberían estar informados antes de una cirugía, de acuerdo con La Revista de la Asociación Dental Americana.
Una buena higiene bucal siempre es importante, y el uso de un enjuague bucal antimicrobiano ayudará a reducir la cantidad de bacterias presentes alrededor del lugar de extracción.
¿Cómo se trata la alveolitis?
La mayoría de los médicos que realizan cirugías bucales también pueden tratar los síntomas de alveolitis, aunque es posible que en casos extremos remitan a los pacientes a un cirujano bucal. Cuando el paciente regresa al consultorio, se limpia cuidadosamente el lugar de la extracción y algunas veces se coloca un medicamento en el hueco del diente con una pasta especial, diseñada para ayudar a que el hueco cicatrice y eliminar el dolor. Por lo general, los síntomas desaparecen en menos de 24 horas después del tratamiento, pero algunos pacientes requieren de citas diarias para cambiar el material de curación por uno nuevo hasta que los síntomas desaparezcan. Si el paciente puede tomar medicamentos, se receta un antiinflamatorio no estiroideo para ayudar con las molestias.
Aunque padecer de alveolitis es el resultado postoperatorio desafortunado de una cirugía bucal para un paciente, el problema se puede tratar con facilidad. Los pacientes pueden seguir con sus vidas normales mientras el hueco del diente cicatriza. Una buena higiene bucal y visitas frecuentes al dentista y al higienista dental pueden ayudar a prevenir complicaciones adicionales.