Un absceso es una infección localizada que se puede presentar en cualquier parte del cuerpo y que a menudo se manifiesta como una inflamación con pus. Los abscesos se dan como parte de los esfuerzos del sistema inmunológico para combatir una infección. Imagínese que está comiendo palomitas con su hija o hijo mientras ven una película y que una cáscara de maíz se queda atorada entre uno de sus dientes y la encía. Si esta cáscara no se quita, la encía se puede infectar y formar un absceso.
Absceso dental en niñas y niños: Lo que madres y padres necesitan saber
Síntomas de un absceso dental
Cuando un niño o niña presenta un absceso dental, puede sentir dolor en la zona afectada del tejido de la encía, debido a la presión ejercida por la pus atrapada al interior. El dolor se puede extender hasta el oído, el cuello y la mandíbula, y puede empeorar al acostarse. Además, el absceso puede causar enrojecimiento o inflamación en la cara y las encías se pueden ver brillantes, inflamadas y rojas. Su hija o hijo también puede quejarse de un mal sabor de boca, o bien usted podría notar que tiene mal aliento.
Tratamientos para los abscesos dentales
Si usted cree que su hijo o hija tiene un absceso dental, llévele al dentista lo antes posible. Los abscesos dentales no se quitan por sí mismos y, si no se tratan, pueden dañar los dientes y el hueso que los rodea. La infección incluso puede extenderse más allá de las encías, lo cual puede desembocar en problemas de salud más graves.
El tratamiento de un absceso dental implica la eliminación de la causa de la infección y drenar la acumulación de pus. Si hay un objeto atorado entre los dientes y la encía, el o la dentista lo retirará con cuidado. La pus se puede drenar a través de la bolsa gingival (el espacio entre los dientes y las encías) o mediante una incisión en la encía. Por lo general, este procedimiento se realiza bajo anestesia local, lo cual quiere decir que su hijo o hija estará consciente, pero que las áreas afectadas de su boca estarán adormecidas.
Una vez tratado el absceso, su hijo o hija se sentirá mejor. Es posible que le receten analgésicos para ayudar con cualquier dolor que quede. Si la infección es grave, también puede que tenga que tomar antibióticos.
Prevención de abscesos dentales en niñas y niños
El cepillado dental regular y el uso de hilo dental pueden ayudar a evitar los dolorosos abscesos dentales. Niñas y niños deben cepillarse los dientes dos veces al día (en la mañana y en la noche), empezando en cuanto brote su primer diente. Padres y madres deben ayudarles a limpiar los espacios entre sus dientes con hilo dental una vez al día cuando las superficies de sus dientes empiecen a tocarse.
Aunque a veces las y los niños pequeños tienen muchas ganas de lavarse los dientes por sí mismos, puede ser que no sean capaces de hacerlo sin ayuda hasta los seis a ocho años. Si su hija o hijo está en edad de empezar a cepillarse los dientes sin ayuda, revise sus dientes después para asegurarse de que no les esté faltando ningún lugar.
Las visitas regulares a su dentista también ayudarán a mantener saludables las encías y los dientes de su hija o hijo. La primera visita al consultorio se puede hacer en cuanto les salga el primer diente. Después de eso, deben acudir a revisiones dentales cada seis meses.
Los abscesos dentales pueden ser doloroso tanto para niñas y niños como para personas adultas. Si su hijo o hija presenta señales de molestia en las encías, no espere más y acuda al consultorio dental. Podría tratarse de un absceso dental que requiera un tratamiento a manos de su dentista familiar.
La finalidad de este artículo es fomentar la comprensión y el conocimiento de temas generales de salud oral. Su propósito no es sustituir la opinión, el diagnóstico o el tratamiento profesionales. Solicita siempre la opinión experta de tu dentista u otro proveedor de salud Calificado y Dile siempre cualquier pregunta que tengas en relación con alguna enfermedad o tratamiento médico.