Si tus manos sangraran al lavarlas, te preocuparías. Aun así, mucha gente cree que es normal que sus encías sangren al lavarse los dientes o al usar el hilo dental. En un estudio realizado en 1999, los investigadores de los Institutos Nacionales de Salud de los EE. UU. (NIH) constataron que la mitad de los estadounidenses mayores de 30 años tenían sangrado en las encías.
La inflamación o el sangrado de las encías son signos de que están infectadas con bacterias. Si no se interviene, la infección se puede extender. Puede destruir las estructuras que dan soporte a los dientes en la mandíbula. A la larga, los dientes pueden aflojarse tanto que se tendrán que extraer.
«Peri» significa alrededor, y «odontal» se refiere a los dientes. Las enfermedades periodontales son infecciones de las estructuras que están alrededor de los dientes. Estas estructuras son las encías, el cemento dental que cubre la raíz, el ligamento periodontal y el hueso alveolar. En la etapa temprana de la periodontitis, la gingivitis es la infección que afecta únicamente a las encías. En casos más severos de la enfermedad, todos los tejidos de apoyo están involucrados.
Durante muchos años, los científicos han tratado de descubrir las causas de la periodontitis. Ahora ya se acepta que las bacterias de la placa dental son las culpables. Los investigadores también están descubriendo más acerca de cómo una infección en las encías puede afectar a la salud en general.
En los últimos tiempos, las enfermedades de las encías se han vinculado con otros problemas de salud. Es una nueva y emocionante área de investigación. Sigue habiendo muchas preguntas. Los estudios han arrojado diversas respuestas acerca de cuánta conexión existe entre la periodontitis y otros problemas médicos. Es necesario investigar más.
Los investigadores están estudiando las posibles conexiones entre la periodontitis y:
- La arterosclerosis y las enfermedades del corazón: la periodontitis puede incrementar el riesgo de taponamiento de las arterias y problemas cardíacos. También se cree que empeora las enfermedades cardíacas existentes.
- Los accidentes cardiovasculares: la periodontitis puede incrementar el riesgo del accidente cardiovascular que viene causado por las arterias obstruidas.
- Los partos prematuros: una mujer con periodontitis durante el embarazo puede tener mayor probabilidad de dar a luz a su bebé antes de tiempo. El bebé tiene más posibilidades de tener bajo peso al nacer.
- Diabetes: los pacientes diabéticos con periodontitis pueden tener más dificultad para controlar el azúcar en sangre que los pacientes diabéticos con encías sanas.
- Enfermedades de las vías respiratorias: las bacterias involucradas en la periodontitis pueden causar infecciones pulmonares o empeorar enfermedades pulmonares existentes. Esto es particularmente importante para los adultos mayores que viven en instituciones como asilos. En este grupo poblacional, las bacterias de la boca pueden llegar a los pulmones y causar una pulmonía severa.
¿Qué causa la periodontitis?
La periodontitis está causada por las bacterias de la placa dental. La placa es la sustancia pegajosa que se forma sobre los dientes poco después de habértelos lavado. Con el fin de deshacerse de las bacterias, las células de tu sistema inmune liberan sustancias que inflaman y dañan las encías, el ligamento periodontal y el hueso alveolar. Esto genera inflamación y sangrado de las encías, un signo de la gingivitis (la etapa temprana de la periodontitis). El daño que causa la periodontitis también puede hacer que los dientes se aflojen. Esta es una señal de una periodontitis severa (la etapa avanzada de la enfermedad).
Puedes prevenir la periodontitis practicando una buena higiene oral y visitando a tu dentista con regularidad. La mayoría de las personas deberían consultar al dentista por lo menos una vez cada seis meses. Pero si ya tienes periodontitis, deberás consultarlo con más frecuencia.
Lavarse los dientes y usar el hilo dental a diario, cuando se hace correctamente, puede ayudar a eliminar la mayor parte de la placa de los dientes. Las limpiezas profesionales que realiza tu dentista o higienista dental mantendrán la placa bajo control en los lugares donde es más difícil que pase el cepillo dental o el hilo.
Si no se logra mantener una buena higiene oral o se evitan las visitas al dentista, la placa se acumulará en los dientes. A la larga, se extenderá por debajo de la línea gingival. Las bacterias están protegidas porque tu cepillo de dientes no las alcanza. Si la placa no se retira, las bacterias se seguirán multiplicando. Y la inflamación de las encías podrá empeorar.
La acumulación de la placa por debajo de la línea gingival causa que las encías se inflamen. Al inflamarse, las encías se despegan de los dientes. Este proceso forma un espacio, o «bolsa», entre el diente y la encía. Las bacterias pueden crecer rápidamente en estas bolsas. Lo cual facilita que se acumule incluso más placa.
Si no se interviene, la periodontitis puede destruir el ligamento periodontal y el hueso alveolar, las estructuras que sostienen los dientes.
Otra razón para eliminar la placa a tiempo es que con el tiempo se va endureciendo o se calcifica y se convierte en cálculo dental. Esto se suele llamar sarro. Aún más placa se adhiere al cálculo dental que es una superficie más dura que el esmalte dental. También es más dura que el cemento, una capa que cubre la raíz de los dientes. El cálculo y la placa se acumulan en capas.
El uso de una crema dental que controle el sarro puede ayudar a disminuir la acumulación de cálculo alrededor de los dientes. Sin embargo, no tendrá efecto en el cálculo dental que ya se haya formado por debajo de la línea gingival.
Riesgos y prevención
Las bacterias de la placa son la causa principal de la periodontitis. Pero también contribuyen varios otros factores. Entre ellos, otras enfermedades, medicamentos y hábitos orales. Estos factores pueden incrementar el riesgo de periodontitis o empeorarla si la infección ya se ha instalado.
- Genes: los genes son un factor importante que hace que algunas personas sean más propensas que otras a las periodontitis. Pero tus genes no hacen que la periodontitis sea inevitable. Incluso quienes son muy propensos a la periodontitis pueden prevenir o controlar la enfermedad con una buena higiene oral.
- Fumar y uso de tabaco: fumar aumenta el riesgo de periodontitis. Mientras más fumes en cantidad y en tiempo, mayor será el riesgo. Si tienes periodontitis, fumar la hará incluso más severa. Fumar es una de las razones principales por las que algunos casos de periodontitis son resistentes al tratamiento. El sarro se acumula más en los dientes de los fumadores. Y suelen desarrollar bolsas periodontales más profundas cuando desarrollan periodontitis. También son más propensos a perder más hueso a medida que la enfermedad avanza. A diferencia de muchos otros factores que afectan la salud de tus encías, fumar o no fumar es una decisión que está bajo tu control. Dejar de fumar puede tener un papel importantítisimo en el control de la periodontitis.
- Dientes desalineados o empalmados, frenos o prótesis dentales: cualquier cosa que dificulte el cepillado de los dientes o el uso del hilo dental puede generar más placa y sarro. A más placa y sarro, mayor la probabilidad de desarrollar periodontitis. Los dentistas y periodontólogos podrán enseñarte a lavarte los dientes mejor, incluso cuando se dificulte la limpieza. Por ejemplo, podrás usar herramientas especiales y formas de insertar el hilo dental para limpiar alrededor de las prótesis o deslizarlo por debajo de los frenos. Si el problema son dientes empalmados o desalineados, tu dentista podría recomendarte un tratamiento de ortodoncia. De esta manera se alinearía tu sonrisa y tendrías una mayor probabilidad de prevenir los problemas.
- Apretar o rechinar los dientes: estos hábitos no causan periodontitis. Sin embargo, pueden llevar a una enfermedad más severa si tus encías ya están inflamadas. Estos hábitos ejercen una fuerza excesiva sobre los dientes. La presión parece acelerar el deterioro del ligamento periodontal y del hueso. En muchos casos, las personas pueden aprender a detener este hábito simplemente haciéndose conscientes del momento en que sucede y relajándose. Si estos esfuerzos no funcionan, tu dentista o periodontólogo podrán fabricarte un guarda a medida para ayudarte a reducir la presión que se genera cuando aprietas los dientes o los rechinas. Este dispositivo se conoce como guarda oclusal, guarda nocturno, guarda bucal o guarda dental.
- Estrés: el estrés puede empeorar la periodontitis y dificultar su tratamiento. El estrés debilita el sistema inmune. Y de esta forma hace que para tu cuerpo sea más pesado combatir una infección, incluida una periodontitis.
- Fluctuación hormonal: cuando los niveles hormonales suben y bajan en el cuerpo, pueden presentarse cambios en la boca. La pubertad y el embarazo pueden incrementar temporalmente el riesgo y la severidad de una periodontitis. Lo mismo sucede con la menopausia.
- Medicamentos: diversos tipos de medicamentos pueden causar boca seca o xerostomía. Por ejemplo, algunos fármacos para la depresión y la presión arterial alta. Si no tienes suficiente saliva, la placa es más propensa a formarse. Esto puede causar caries dentales. Otros medicamentos pueden causar que las encías se agranden, Incrementando así la probabilidad de retener la placa. Estos medicamentos son:
- Fenitoína (Dilantin y otras marcas comerciales), se receta para controlar las crisis convulsivas;
- Ciclosporina (Neoral, Sandimmune), se usa para inhibir el sistema inmune en personas que han tenido trasplantes de órganos;
- Nifedipina (Adalat, Cardizem y otros) y otros bloqueadores de canales de calcio, se usan para tratar la alta presión arterial, dolor en el pecho (angina) o arritmias cardiacas.
- Enfermedades: los pacientes con ciertas enfermedades tienen un mayor riesgo de desarrollar periodontitis. Por ejemplo, las personas con diabetes son más propensas a desarrollar una periodontitis que quienes no la tienen. También, es probable que su periodontitis sea más severa. Otras enfermedades que incrementan el riesgo de periodontitis son los trastornos inflamatorios como la artritis reumatoide y la infección por VIH. Tener alguna de estas enfermedades puede dificultar el control de la periodontitis. Pero un buen periodontólogo o dentista que esté al tanto de estos problemas, podrá orientarte para que cuides tu salud periodontal
- Mala nutrición: la nutrición es importante en la salud general, incluido un sistema inmune funcional y encías y boca sanas. Una deficiencia severa de vitamina C (escorbuto) puede causar el sangrado de las encías.