Los dientes sensibles pueden causar una gran molestia a la hora de comer algo más caliente, helado o dulce, ¿no es así?
Y, estamos de acuerdo en que nadie necesita sentir dolor en los dientes por la sensibilidad dental (como los dentistas conocen esta condición).
Por lo tanto, sigue leyendo este artículo para que lo entiendas mejor:
qué son realmente los dientes sensibles;
cuáles son las causas;
y descubre algunos consejos para prevenirlos.
Así, podrás comer más de lo que te gusta sin sentir tanta molestia.
Empecemos, ¿cuáles son las características de los dientes sensibles?
Los dientes sensibles tienen como característica más común el desgaste del esmalte dental, lo que expone la raíz de los dientes. Y esto puede ocurrir por diferentes motivos, como la retracción de la encía.
Y la consecuencia más común es que sientes dolor cuando bebes un líquido frío o caliente, por ejemplo. El contraste de la temperatura (normal de tu boca para muy caliente o muy fría) hace que sientas molestia.
Hay casos en los que puedes hasta sentir dolor cuando te cepillas los dientes.
Pero esto, lógicamente, no debe ser motivo para que reduzcas los cuidados con tu higiene bucal. Por el contrario: si llegas a ese punto en que no quieres cepillarte los dientes a causa de la sensibilidad dental, no retrases más la visita al dentista.
¿Cuáles son los síntomas de los dientes sensibles?
¡Qué buena pregunta! Y aquí la respuesta no puede ser solamente una: al fin y al cabo, como ya has visto, la sensibilidad dental tiene variables.
Por eso, entender los síntomas empieza por percibir que algo no está bien, intentar saber exactamente qué es lo que estás sintiendo y consultar al dentista lo antes posible.
A continuación, vamos a explicarte algunos síntomas comunes asociados a la sensibilidad.
1. Dificultad para masticar
El simple acto cotidiano de masticar puede resultar más difícil para quienes tienen dientes sensibles. Esto se debe a que, en situaciones en las que el alimento es más sólido o duro, hay que aplicar más fuerza al masticar, sobrecargando los dientes, ya de por sí sensibles.
2. Molestias al cepillarse
De todos los síntomas, éste es el que más atención requiere, ya que quien tiene sensibilidad puede comenzar a reducir la higiene bucal a causa del dolor. Esto da lugar a la aparición de enfermedades bucodentales como la caries y la gingivitis.
En general, el malestar se produce por el roce de las cerdas del cepillo con los dientes, lo que provoca dolor.
De nuevo: si este es tu caso, acude a tu dentista lo antes posible.
3. Sensación de escozor en la boca
Quien sufre de sensibilidad dental, también convive con la sensación de escozor en la boca, como si fuera una descarga.
Normalmente, esto ocurre por el simple contacto con alimentos o bebidas. O incluso con el aire, sobre todo en días en que las temperaturas son más extremas (mucho frío).
Una prueba para ver si tienes sensibilidad
¿Qué tal si averiguas si tienes este problema y aprendes a aliviarlo o prevenirlo?
Basta con hacer ahora rápidamente la prueba gratuita en línea del Programa Una vida sin dolor. Te ayudará a ver cómo prevenir la sensibilidad, cuáles son sus causas y cómo aliviar el dolor dental causado por la sensibilidad.
Consejos para prevenir la sensibilidad dental
Para quien aún no tenga dientes sensibles o desee disminuir la sensibilidad, es importante conocer los siguientes consejos. Son prácticas solo para la prevención de la sensibilidad en la vida diaria:
1. Elija productos específicos
Utiliza productos de higiene bucal adecuados y de marcas reconocidas. Y, ante el primer indicio de sensibilidad, elige una pasta dental para dientes sensibles, siguiendo las instrucciones de uso y las indicaciones de tu dentista.
Una opción de pasta dental para la sensibilidad es la Colgate Sensitive Pro Alivio Inmediato Original, con arginina que brinda alivio inmediato, higiene bucal adecuada y beneficios para los dientes sensibles.
2. No abuses de los alimentos ácidos
Sigue una dieta con menos alimentos ácidos, como:
refrescos;
frutas cítricas: naranja y piña;
salsas de tomate;
vinagre;
vinos.
Pero, ¿por qué evitar el consumo de alimentos ácidos?
Porque el esmalte dental, aunque resiste el cepillado y las cerdas de los cepillos de dientes, por ejemplo, no es tan resistente a largo plazo a la acción ácida de los alimentos mencionados.
O sea, el exceso contribuye a desgastar el esmalte, lo que reduce la protección de la dentina.
3. Haz de tu dentista tu mejor amigo
Ir al dentista con regularidad es esencial para la salud bucal.
Esto ya lo sabes... Pero vale la pena repetirlo: cuando las consultas son más seguidas, es posible identificar problemas que puedan afectar a la salud bucodental previamente y tratar la enfermedad en su fase inicial. Esto evita complicaciones más graves y que pueden ser más dolorosas e irreversibles.
4. Come alimentos llamados “detergentes”
Pero, ¿qué es eso?
Los alimentos detergentes son aquellos que, además de cumplir la función nutricional, también ayudan a eliminar los residuos y bacterias de los dientes:
manzana;
pera;
sandía;
zanahoria;
pepino;
apio.
Estos alimentos actúan durante el proceso de masticación, ayudando también a la producción de saliva que disminuye la acidez de la boca. Por lo tanto, no reemplazan el cepillado con pasta dental para la sensibilidad y el cepillo.
5. Tratamiento lo antes posible: ¡tu boca te lo agradecerá!
Cuando tienes un problema odontológico, es fundamental tratarlo cuanto antes para evitar que se agrave y perjudique aún más la salud bucal.
Por eso, cuando sospeches de una posible caries, gingivitis o desgaste, pide una cita y empieza un tratamiento.
¿Te ha sido útil este artículo? No dejes de conversar sobre esto con tu dentista.