Un cementoblastoma es un crecimiento benigno poco común que puede aparecer en la raíz del diente. Uno de sus síntomas consiste en sentir un dolor punzante, pero también es posible que la afección no tenga síntomas. Sin embargo, si no se tratan, los cementoblastomas pueden seguir creciendo. Después de un tiempo, el cementoblastoma puede hacerse visible y distorsionar el aspecto del rostro.
Cementoblastomas benignos
Los cementoblastomas crecen a partir del cemento dental, una sustancia que recubre las raíces de los dientes. El cemento dental es más blando que el esmalte y protege la pulpa y los nervios dentales. En raras ocasiones, algunas células del cemento crecen de forma descontrolada en la punta de la raíz de un diente. Este crecimiento de tejido mineralizado suele presentarse solo en una raíz dental, pero puede llegar a extenderse a otras raíces y al hueso que las rodea.
En ocasiones, los profesionales de la salud usan el nombre de cementoblastomas benignos. Sin embargo, este tipo de crecimiento nunca es maligno, por lo que, según explica un artículo de la Revista de la Asociación Coreana de Cirujanos Orales y Maxilofaciales, la Organización Mundial de la Salud eliminó la palabra "benigno" y se limitó a llamar a estos crecimientos cementoblastomas en el 2005. Otros nombres para los cementoblastomas que pueden encontrarse en la literatura científica incluyen cementoma y verdadero cementoma.
¿Quiénes pueden presentar cementoblastomas?
Los pacientes más susceptibles a presentar un cementoblastoma son tanto hombres como mujeres en su segunda o tercera década de vida. De acuerdo con un artículo en la Revista International Journal of Scientific Study, de todos los casos que se informaron y estudiaron los científicos, alrededor del 50 % de los pacientes tenían menos de 20 años de edad y el 75 % era menor de 30.
Los cementoblastomas también se pueden presentar en niños y en adultos mayores, y aparecen con igual frecuencia en mujeres y en hombres.
Tratamiento de un cementoblastoma
El tratamiento de un cementoblastoma implica la extracción del crecimiento y del diente o dientes afectados. Aunque los cementoblastomas no son malignos, nunca dejan de crecer. Con el tiempo, los crecimientos pueden interferir con la función de los dientes y distorsionar el aspecto facial. El mejor tratamiento es la extracción quirúrgica del cementoblastoma y del diente afectado, que suele ser un molar o un premolar inferior. Es importante extraer también el diente porque, si se deja en su lugar, existe el riesgo de que el crecimiento vuelva a aparecer.
Los cementoblastomas son poco frecuentes, pero hay otras afecciones dentales que pueden ocasionar problemas similares. Si le duelen las raíces de los dientes o si nota algún bulto de origen desconocido, consulte a su médico o dentista. Una vez que tenga un diagnóstico, podrá iniciar el tratamiento más adecuado para su problema.