Los pacientes que se someten a tratamientos de ortodoncia para adultos tienen un mayor riesgo de reabsorción de las raíces que los niños. Esto ocurre cuando el cuerpo reabsorbe la raíz de un diente, dejándolo sin anclaje. Los factores que hay que tomar en cuenta en este caso son los antecedentes familiares, los hábitos bucales y el tipo de raíces que tiene usted.
Si usted es susceptible a la reabsorción de raíces y el tratamiento ocasiona una fricción que podría afectar a sus raíces, los dientes podrían solo aflojarse y caerse con el tiempo. Mediante inspecciones cuidadosas de los dientes, su ortondoncista puede encontrar las señales de reabsorción. Sin embargo, si no se detectan a tiempo, por lo general ya no se pueden tratar.
Los pacientes adultos también tienen un riesgo más elevado de sufrir un trastorno temporomandibular (TMD) y pueden desarrollar síntomas durante tratamientos convencionales de ortodoncia, según explica el Dr. Duane Keller. Es importante que su ortodoncista evalúe su riesgo de padecer TMD cuidadosamente antes de recomendarle un tratamiento personal.