Los bebés y los niños pequeños no pueden cuidarse los dientes, por lo que la responsabilidad recae en los padres. La ADA recomienda empezar el cuidado bucal de los bebés incluso antes de que salga el primer diente, limpiando las encías con una gasa o un paño limpio y húmedo después de cada comida. Es importante cepillar los primeros dientes de un bebé con agua y supervisar a los niños pequeños cuando empiecen a cepillárselos por sí mismos. No les dé chupones con azúcar o sustancias dulces a los bebés ni permita que se duerman con un biberón con leche, leche maternizada, jugo ni ningún líquido endulzado.
Los primeros dientes de los niños son una buena oportunidad para aprender todo lo que hay que hacer para establecer buenos hábitos de cuidado bucal. Si los dientes deciduos están limpios, también sentarán las bases para dientes adultos sanos. Enséñeles a sus niños a cuidarse los dientes y gozarán los beneficios durante el resto de sus vidas.