La parte superior (corona) de los dientes está protegida por una capa exterior resistente que se llama esmalte. Las raíces que suelen estar debajo de las encías no tienen esmalte, sino que están protegidas por cemento dental. Tanto el esmalte como el cemento protegen la dentina, que ayuda a pasar sensaciones a los nervios y al cerebro.
Si el esmalte dental se desgasta por algún problema o daño, las raíces y la dentina pueden quedar expuestas. Según Guía técnica para la cartilla nacional de salud de la Dirección General de Promoción de la Salud, esto puede ocasionar hipersensibilidad dental y hacer que los estímulos fríos, calientes, dulces, salados o ácidos causen reacciones de dolor y molestia.
Las causas de la sensibilidad dental incluyen las siguientes:
- Encías retraídas
- Enfermedad de las encías (gingivitis o periodontitis)
- Caries y acumulación de placa
- Esmalte desgastado
- Dientes dañados o fracturados
- Restauraciones dañadas
- Cepillarse los dientes con demasiada fuerza
- Rechinar los dientes
- Usar productos blanqueadores o enjuagues bucales ácidos
- Algunos procedimientos dentales (esto suele ser temporal y durar de 4 a 6 semanas)