Cuando hablamos de partes esenciales del cuerpo, la boca ciertamente se encuentra entre los primeros lugares de la lista. Dadas sus múltiples responsabilidades, la lengua tiene una gran importancia anatómica: juega un papel en el habla, la degustación, la masticación y la deglución. Cualquier herida en la lengua, sobre todo si se trata de una lesión, puede ser motivo de una consulta al médico.
Heridas en la lengua
Las heridas en la lengua, incluidas las lesiones, suelen ser el resultado de accidentes automovilísticos, convulsiones, caídas e incidentes durante la práctica de deportes de contacto. Según la Revista Internacional de Cirugía, la región de la lengua que presenta lesiones con mayor frecuencia la conforman los dos tercios delanteros.
La lengua es un órgano muscular rodeado de glándulas y recubierto por una membrana húmeda llamada mucosa. El abundante suministro de sangre en la boca ayuda a sanar cortes y rasgaduras leves, además de que las heridas de la boca rara vez se infectan, explica la Revista Internacional de Cirugía.
Problemas médicos
Según la gravedad del daño, una lesión en la lengua puede ser tanto un corte profundo como un colgajo parcial. Cualquier cortadura grande en la lengua requiere de atención médica inmediata, ya que podría ser necesaria una sutura para asegurar que la lengua cicatrice correctamente. Además, las lesiones profundas se pueden infectar u obstaculizar la habilidad de una persona para tragar, comer y hablar.
Emergency Physicians Monthly enumera varias lesiones en la lengua que requieren de una visita a la sala de urgencias. Algunas de ellas son:
- Una herida visiblemente abierta y profunda.
- Colgajos grandes.
- Dos heridas que se cruzan entre sí.
- Cualquier herida que mida más de 1.5 cm.
- Cualquier herida que no deje de sangrar.
Cómo administrar primeros auxilios
El Departamento de Salud del Gobierno Australiano ofrece una serie de instrucciones de primeros auxilios en caso de que sufra una lesión en la lengua mientras se encuentra en casa. Empiece por aplicar presión sobre la herida usando un paño limpio o una gasa. Es posible que tenga que mantener el vendaje en su lugar con la mano, ya que sujetarlo en la boca puede ser difícil.
Haga lo que haga y sin importar cuán fuerte sea el flujo de sangre, no deje de aplicar presión sobre la herida. La hemorragia debería detenerse al cabo de 15 minutos de presión continua. Escupa la sangre que se acumule en la boca en lugar de tragarla. Si la herida no sangra, lávela con agua limpia. Las lesiones en la lengua pueden ser experiencias traumáticas. Preste atención a los síntomas de una conmoción, como piel fría o pegajosa, respiración rápida y superficial y pulso débil. Solicite atención médica inmediata en caso de presentarse cualquiera de estos síntomas.
Protección de la herida y gestión del dolor
Una vez que el profesional de salud haya tratado la lesión en la lengua, manténgase al pendiente de cualquier signo de inflamación o sangrado excesivo. Las suturas de lengua se pueden romper con facilidad y provocar que una persona aspire sangre, de acuerdo con los Anales de Medicina y Cirugía. Llame a su médico si la lesión se abre nuevamente o si vuelve a sangrar después de haber sido tratada.
La mayoría de las heridas bucales leves, incluidos los cortes en la lengua, se pueden limpiar con una solución de agua con sal o con un enjuague de agua oxigenada. Las heridas por punción en la lengua generalmente sanan por sí mismas. Por otro lado, los médicos pueden recetar antibióticos a los pacientes con sistemas inmunológicos debilitados o cuya lesión de la lengua sea parte de una fractura en la mandíbula, según la revista médica Annals of Medicine and Surgery.
Según la revista Emergency Physicians Monthly, es frecuente que las suturas de la lengua se suelten, se caigan o se absorban por sí mismas, por lo que no suele ser necesario regresar al médico para retirarlas. Puede ser que el médico le recomiende llevar una dieta de alimentos suaves durante algunos días o le recete un enjuague bucal antiséptico. Si le preocupa una lesión en la lengua, no dude en solicitar atención profesional del médico o el dentista.