Un poco de gas en el estómago es normal, pero los eructos de azufre son tan desagradables por su olor como por la vergüenza que producen. En su mayor parte, los eructos son debidos a la ingestión de aire, pero las verduras y otros alimentos que contienen azufre también pueden causar gases. Si los eructos olorosos te molestan, hay muchas cosas que podés hacer para librarte de ellos.
¿Cuál es la causa de los eructos?
Los gases del estómago y los intestinos son aire introducido por la boca u otros gases producidos por las bacterias que descomponen los alimentos. Según el portal Top Doctors, el aire se traga con mayor frecuencia al comer o beber demasiado rápido, fumar, masticar chicle o chupar caramelos duros. El uso de dentaduras postizas flojas también puede favorecer la entrada de aire. El consumo de gaseosas, introduce en el estómago un dióxido de carbono que luego se tendrá que eructar.
Eructos de azufre
El olor a huevo podrido de los eructos de azufre es gas de sulfuro de hidrógeno de un alimento ingerido o una afección o infección intestinal. Algunas verduras contienen compuestos de azufre, y las bacterias intestinales producen sulfuro de hidrógeno para que puedas digerirlas.
Una afección llamada reflujo gastroesofágico (RGE) hace que salgan de la boca los gases malolientes del estómago, según indican los profesionales. Los alimentos digeridos parcialmente en el estómago fluyen por el esófago, lo que genera malestar y eructos desagradables.
La giardia es una infección que podría ser la responsable de los eructos con mal olor. Expertos informan que se establecen pequeños parásitos en el intestino delgado y causan diarrea, falta de apetito y pérdida de peso, así como eructos que huelen mal. La giardia es una infección grave. Si padecés estos síntomas tenés que consultar al médico de inmediato.
Alimentos que pueden causar eructos de azufre
Algunos alimentos pueden ser los responsables de los eructos que huelen mal con olor a azufre. Entre ellos se encuentran los huevos, especialmente cuando se consumen en grandes cantidades. También las legumbres, como los frijoles y las lentejas, contienen azufre en su composición y pueden generar gases y eructos desagradables.
Otro alimento que puede causar este tipo de eructos es el repollo, debido a su alto contenido de azufre. Además, las bebidas gaseosas y carbonatadas, como los refrescos y la cerveza, pueden provocar eructos desagradables debido a la liberación de gases en el estómago.
Es importante saber que cada persona puede tener diferentes reacciones a ciertos alimentos. Por eso, es recomendable estar atento a los síntomas después de comer ciertos alimentos. Si los eructos malolientes continúan o causan molestias, es importante consultar a un médico.
Un artículo enumera los repollos de Bruselas, el brócoli y otras variedades de la familia de las brasicáceas que contienen azufre y pueden generar acumulación de gases intestinales. La cerveza y los alimentos ricos en proteínas también pueden producir sulfuro de hidrógeno en el intestino.
Remedios caseros para los eructos carbonatados
El abordaje de los eructos de azufre en casa exige hacer algunos cambios en la dieta. El centro hospitalario Rush University Medical Center aconseja masticar más lentamente y evitar los chicles y caramelos duros para reducir la entrada de aire.
Disminuir el consumo de verduras que contienen azufre también puede reducirlo, pero el efecto varía de una persona a otra. Experimentá suprimiendo de la dieta un alimento a la vez durante 2 y 3 días para descubrir cuál es la causa de los ataques. Si la dentadura postiza se afloja, acudí al odontólogo. También puede ayudar a mantener el aliento fresco usando un enjuague bucal después de las comidas.
Sin embargo podés seguir estas recomendaciones para evitarlo:
Masticá bien los alimentos:
Comer rápidamente y no masticar adecuadamente los alimentos puede llevar a la ingestión de aire, lo que puede contribuir a generar eructos. Tomá tu tiempo para masticar cada bocado.
Evitá bebidas carbonatadas:
Las bebidas carbonatadas, como gaseosas y cerveza, pueden aumentar la cantidad de gas en el estómago, lo que genera eructos.
No usés Sorbetes:
Beber a través de sorbetes puede hacer que tragues aire, lo que puede provocar eructos. Trata de beber directamente de los vasos.
Tomá té de jengibre:
El jengibre es conocido por sus propiedades para aliviar la indigestión y los gases. Prepará una infusión de jengibre hirviendo rodajas finas de jengibre en agua caliente y bebiéndola después de las comidas.
Pequeñas comidas y refrigerios:
En lugar de comer grandes comidas, opta por comer porciones más pequeñas durante el día para reducir la cantidad de gas en el estómago.
Probióticos:
Los probióticos, que se encuentran en alimentos como el yogur o en suplementos, pueden ayudar a equilibrar la flora intestinal y mejorar la digestión.
Tratamiento médico de los eructos de azufre
Si los cambios en la dieta no son suficientes para controlar los eructos de azufre, es posible que sea necesario buscar tratamiento médico. El médico puede recetar medicamentos para reducir la producción de gases en el estómago, como los inhibidores de la bomba de protones o los antiácidos. Estos medicamentos ayudan a reducir la acidez estomacal y pueden aliviar los síntomas de los eructos de azufre.
En casos más graves, se puede recomendar la terapia de reemplazo de enzimas pancreáticas. Esta terapia ayuda a mejorar la digestión de los alimentos y puede reducir la producción de gases en el estómago. También se pueden recetar antibióticos si se sospecha una infección bacteriana en el sistema digestivo.
Es importante seguir las indicaciones del médico y asistir a todos los controles de seguimiento. Además, es fundamental mantener una buena higiene bucal y dental para evitar la acumulación de bacterias que puedan contribuir a generar eructos de azufre.
Tu doctor podrá diagnosticar la causa del problema y recetar alguna medicación como la alfa-galactosidasa, que ayuda a digerir las legumbres y verduras, o la simeticona, que alivia la hinchazón.
Los eructos a huevo podrido pueden ocurrir en mal momento, pero podés reducirlos cambiando tu alimentación, evitando alimentos ricos en azufre, como los huevos, el ajo y la cebolla. También es importante comer despacio y masticar bien los alimentos para evitar tragar aire y tomar mayor conciencia sobre la forma de comer. Consultá con el médico para saber si son un signo de algo más grave, y no permitas que los gases estomacales malolientes te arruinen el día.
