Todos saben que es necesario convencer al niño de que se cepille los dientes por lo menos tres veces al día. Ya quedó patente que obligarlos a hacerlo no siempre es el camino más fácil. Es mejor descubrir alternativas, argumentos que entienda, de preferencia de manera lúdica y divertida.
Si el niño se resiste, o llora y patalea en el momento de cepillarse, primero será necesario tener paciencia y, sobre todo, argumentar. Una buena conversación puede producir más efecto que amenazas, castigos y peleas. Ante todo, el niño debe entender qué son las caries, el dolor y las molestias que provoca, así como los beneficios que tiene cepillarse los dientes.