Si has comenzado un nuevo programa de ejercicios o intentas aprender un nuevo idioma, sabes que ver progresos implica un largo recorrido. Esos abdominales o el francés avanzado son el resultado de dedicar un esfuerzo continuo durante mucho tiempo. Ya sean diez minutos o una hora al día, siempre es alentador mirar atrás y ver cuánto hemos recorrido.
Es por eso que hemos creado el Desafío de 21 días del cepillado nocturno. Para ayudar a padres, madres, niños y niñas a crear una rutina de cepillado que se transforme en un hábito de cuidado oral.
Todo lo que debes hacer es suscribirte y preparar los cepillos de dientes. Te enviaremos (a tu correo electrónico) consejos, trucos e inspiración para cepillarte los dientes todas las noches durante, sí, adivinaste, 21 días.
¿De qué se trata el Desafío de 21 días del cepillado nocturno?
Es nuestra manera de acompañarte y ayudarte a ti y a tu familia a comenzar una rutina de cepillado nocturno que perdure.
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Juegos, recompensas o los motivos por los que funcionan las rutinas, tenemos toda la motivación que necesitas para que tus hijos e hijas se cepillen esas blancas perlitas todas las noches.
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¿Por qué 21 días?
Porque es un buen comienzo. Si bien muchos han mal interpretado los hallazgos del cirujano Maxwell Maltz de que se requiere un mínimo de 21 días para que una vieja imagen mental se disuelva, sosteniendo que 21 días son suficientes para formar un nuevo hábito, sabemos que es más complejo.
Maltz hizo esta observación después de operar pacientes y cambiarles su aspecto. Tras 21 días, muchos comenzaban a ajustarse a su nueva realidad.
Desde entonces, se han realizado muchas más investigaciones sobre cuánto se tarda en crear una rutina y, a la vez, cuánto tarda esa rutina en transformarse en un hábito.
Por supuesto que no hay un número mágico y la respuesta depende mucho de la persona y de la complejidad de la nueva destreza o hábito en cuestión.
Lo que sabemos es esto:
- Para crear un hábito, se debe realizar un comportamiento de manera repetida en reacción a una señal. Para nosotros, significa cepillarse los dientes todas las noches cuando suena la alarma de La Hora De Sonreír.
- Apoyarse en una rutina existente facilita comenzar una nueva. Por ejemplo, al cepillar los dientes de tu pequeño después del baño aprovechas una rutina establecida sobre la que puedes apoyarte.
- Los incentivos ayudan. La gratificación instantánea ofrecida al comienzo de una nueva rutina nos da un motivo para mantenerla; muchas investigaciones prueban que el comportamiento dura incluso después de que se hayan acabado las recompensas.
- No pasa nada si uno se salta un día. Así es la vida. Y la investigación indica que perder un día no necesariamente afecta tus probabilidades de éxito. No permitas que sea un motivo para abandonar. ¿No te cepillaste los dientes el viernes por la noche? Retoma nuevamente la noche del sábado.
Se tarda en adquirir los hábitos duraderos y los tiempos no son iguales para todo el mundo. Entonces, si puedes cumplir una rutina durante 21 días, no hay motivos para que no puedas hacerlo durante otros 21 días y así sucesivamente. ¿Necesitas ayuda para empezar? Escoge algunos consejos y trucos para comenzar una rutina de cepillado nocturno.