Todos tenemos un nudo en la garganta de vez en cuando que puede dificultar la deglución (tragar). Cuando esta dificultad es un problema constante, puede afectar otras áreas de la vida. La disfagia, o trastorno de la deglución, puede presentarse por varias razones. Es más frecuente en personas de edad avanzada y suele aparecer cuando los músculos de la garganta se debilitan, según el Instituto Nacional de Sordera y Otros Trastornos de la Comunicación de los EUA. Según la causa y la gravedad de la condición, hay varias opciones de tratamiento disponibles para la disfagia.
Causas de la disfagia
Algunos problemas que pueden conducir a la disfagia son los accidentes cerebrovasculares, la enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE), los tumores y la diabetes. En algunos casos, la causa de los problemas para tragar puede ser un problema dental, como una dentadura mal ajustada o deterioro dental grave. Las personas también pueden presentar problemas de deglución como resultado del tratamiento de otra condición, como por ejemplo durante la quimioterapia.
Etapas de la deglución
El mejor tratamiento para la disfagia depende en parte de la causa del problema de deglución y de la etapa en la que se presenta. Según señala la Asociación Americana del Habla, Lenguaje y Audición(American Speech-Language-Hearing Association, ASHA), hay tres etapas del proceso de deglución en las que se puede presentar el problema.
- La primera etapa es la fase oral, que es el acto en sí de masticar y succionar los alimentos.
- La segunda etapa es la fase faríngea, que es la etapa en la que los alimentos empiezan a ser empujados por la garganta, cerrando la tráquea para evitar que estos entren a las vías respiratorias.
- La última etapa es la fase esofágica, durante la cual los alimentos pasan del esófago al estómago.
Opciones de tratamiento para la disfagia
Las opciones de tratamiento para la disfagia suelen tener ya sea un enfoque de compensación o de rehabilitación, señala la ASHA. Las técnicas de compensación no resuelven el problema de deglución, pero pueden ayudarle a manejarlo. Pueden incluir girar la cabeza de cierta forma para que los alimentos bajen por el esófago con mayor facilidad o cambiar la consistencia de los alimentos que come para tragarlos con facilidad.
Las técnicas de rehabilitación en los tratamientos de disfagia están dirigidas a la mejora de su habilidad para tragar, y tienen efectos a largo plazo. Pueden incluir ejercicios para fortalecer los músculos de la cara y del esófago o el aprendizaje de una técnica de deglución que asegure que la vía respiratoria esté bloqueada, evitando que los alimentos bajen por la tráquea hasta los pulmones. Otra técnica, conocida como la deglución supraglótica, se realiza aguantando la respiración antes de tragar para cerrar la vía aérea, según el Centro Médico Wexner de la Universidad Estatal de Ohio.
Tratamientos médicos y quirúrgicos
Las técnicas de rehabilitación pueden ser suficientes para tratar los problemas de deglución de algunos pacientes. Sin embargo, en los casos en que la condición está relacionada con un problema médico persistente, como la ERGE, o con un problema en la forma y el tamaño del esófago, puede ser necesario un tratamiento médico o quirúrgico. Los tratamientos médicos pueden incluir la toma de antiácidos o de otros medicamentos para controlar los síntomas de la ERGE. Si la disfagia está relacionada con problemas para controlar la saliva o con saliva espesa, también pueden recetarse los medicamentos apropiados.
Un procedimiento quirúrgico que podría ser necesario en personas con un esófago estrecho o un músculo esofágico contraído es la llamada miotomía. Durante la cirugía, se cortan los músculos del esfínter esofágico inferior, lo que permite que los alimentos pasen con mayor facilidad del esófago al estómago, explica el Sistema de Salud Memorial Hermann.
La disfagia y los cuidados dentales
En ocasiones, los problemas para deglutir pueden estar relacionados con problemas dentales. La fase oral de la deglución depende del número de dientes que hay en la boca y de cuán saludables están estos dientes, concluye un artículo publicado en la revista Current Physical Medicine and Rehabilitation Reports. Aunque cuidar bien de sus dientes no curará la disfagia de manera directa, los buenos cuidados bucales son indispensables para prevenir y reducir los problemas de la deglución. Cepillarse los dientes al menos dos veces al día con una crema dental con flúor previene las caries y la acumulación de placa y tártaro dental.
En ocasiones, el tratamiento de la disfagia involucra todo un equipo de profesionales médicos: un dentista, un terapeuta del habla, un médico general y un cirujano especializado en procedimientos del oído, la nariz y la garganta. En conjunto, su equipo de profesionales médicos puede determinar el mejor plan de acción para aliviar cualquier problema para tragar.