¿Por qué no simplemente extraer los dientes?
Una suposición común acerca de los dientes de leche es que, como de todas formas se van a terminar cayendo, no es necesario salvarlos. Puede ser difícil entender por qué es necesario realizar un procedimiento de este tipo en un diente que no está para quedarse.
Los dientes primarios juegan un papel que va más allá de simplemente esperar a que broten los dientes permanentes. Además de ayudarle a su hijo o hija a comer y a hablar, los dientes de leche también les apartan el lugar en la boca a los dientes permanentes. La extracción de uno o más dientes de leche antes de que el diente permanente en cuestión esté listo para brotar puede hacer que el niño o niña empiece a tener problemas con la alineación de sus dientes.
Sin embargo, eso no quiere decir que extraer y restaurar la pulpa siempre sea el tratamiento correcto. En algunos casos, extraer el diente sí es la opción adecuada. Todo depende de si el diente permanente ya está listo para brotar y reemplazar el diente de leche dañado, de qué tan grande es el daño y de cuán profunda es la infección.