¿Está el Ratoncito Pérez a punto de hacer la última visita a su hijo? ¡Haga que el renunciar a ese último diente de bebé sea una ocasión especial! Los niños generalmente comienzan a perder sus dientes alrededor de la edad de 6 años, con la última caída entre las edades de 10 y 12 años. Esto significa que por el momento este el último que se cae, su hijo probablemente tiene al menos una sospecha bastante buena que el Ratoncito Pérez no es real. Sin embargo, sigue siendo una ocasión especial que merece una celebración. Aquí están algunas ideas.
- Haga una almohada especial, caja o sobre de carta para este último diente. Saque la caja de suministros de arte y deje que su hijo sea creativo con el fieltro, la purpurina, las pegatinas, la pintura, los marcadores, la cinta o cualquier cosa que se adapte a su fantasía. Coloque el diente en el receptáculo especial con una nota pidiendo el permiso al Ratoncito Pérez para mantenerlo como un recuerdo. Ayude a su hijo a encontrar un lugar seguro para guardar ese último diente de bebé.
- Haga que su hijo escriba una carta al Ratoncito Pérez. La carta debe dar las gracias al Ratoncito Pérez por todo el trabajo duro de recoger cada uno de los dientes anteriores y desearle lo mejor en su continuo trabajo con otros niños. Su hijo podría incluir un terrón de azúcar o un poco de galleta para darle al hada una ráfaga de energía.
- Escriba una carta de felicitación a su hijo de parte del Ratoncito Pérez por perder ese último diente de bebé. La carta podría contener anécdotas divertidas, como la ocasión en que ella tuvo un momento difícil para acceder a recuperar el diente porque la habitación estaba desordenada.
- Pídale a su niño a escribir enseñanzas para otros niños. Pueden dar consejos sobre cómo mantener los dientes limpios y encías sanas. También debe hacen una nota sobre cuánto dinero le ha dejado el hada de los dientes en el pasado, para las generaciones futuras puedan comparar.
- Haga un collage de fotos de su hijo a lo largo de los años. Incluir una foto reciente y de todas las fotos sin dientes que ha recolectado.
- Trasnoche con su hijo para tratar de echar un vistazo al Ratoncito Pérez. Deje un rastro de purpurina en la almohada de su hijo (polvo de hadas) una vez que se quedan dormidos.
¡No importa cómo usted decida reconocerlo, pero perder ese último diente es, para un padre, una ocasión agridulce en el desarrollo de un niño!