Si usted le tiene fobia al dentista, pedir una cita puede que no sea la cosa más agradable para hacer durante el día. Se define “fobia” como el miedo irracional que lleva a una persona a evitar situaciones, objetos o actividades desagradables. Muchas personas le tienen miedo al dentista apenas porque crecieron oyendo a sus padres hablar que no le gustaba ir al consultorio y esto las marcó desde la infancia. Otras personas dicen tenerle miedo al dentista porque pasaron por una experiencia negativa en el consultorio durante algún procedimiento o porque se enfrentaron a una inyección dolorosa. Si usted le tiene miedo al dentista, tenemos alguna información que pueden hacer de su visita al consultorio una experiencia positiva. Si aún no tiene un dentista, converse con su familia o sus amigos y colegas, pregunte el nombre del dentista con que ellos consultan y que les parece su trabajo. Conversar con otras personas es una buena manera de encontrar el dentista adecuado a sus necesidades.
Busque un dentista en Internet. Muchos consultorios y clínicas odontológicas tienen sitios que presentan a los profesionales, el tipo de servicios ofrecidos, el personal del servicio y el tratamiento dado a los pacientes. Si encuentra algún consultorio que parezca adecuado a sus necesidades, hable con sus amigos y vecinos y busque referencias.
Después de encontrar el dentista adecuado, converse con él, o con el personal de la clínica, con respecto a su problema dental y sus aprehensiones y recelos con relación a los procedimientos a ser realizados. Es muy importante mantener una comunicación franca y abierta con su dentista. Esto hace su experiencia más tranquila y agradable.
El dentista le explicará a usted el tipo de tratamiento recomendado para su caso. Él también le informará sobre los detalles del procedimiento y usted podrá aclarar cualquier duda o preocupación que tenga sobre el tratamiento.
Si está nervioso o tenso antes de cualquier procedimiento, el dentista puede aplicar óxido nitroso (un agente gaseoso analgésico y sedante), para hacer que usted se relaje durante el tratamiento. Otros medicamentos también se pueden usar, dependiendo del nivel de miedo que el paciente presente. El dentista y el personal auxiliar harán todos los esfuerzos para hacer su consulta una experiencia tranquila y agradable.