Es importante que lleve a su bebé al dentista antes del segundo año de vida, sin importar cuántos dientes hayan brotado para entonces. Una vez ahí, su dentista le puede advertir sobre los hábitos y problemas que podrían afectar los dientes y encías de su bebé sin que usted lo sepa. Es más, un dentista infantil puede ayudarle a entender la técnica de cepillado dental, sobre todo mientras usted le sigue ayudando a su pequeño independiente a cepillarse con regularidad para que tenga dientes y encías más saludables.
Las encías de los bebés pasan por muchos cambios durante el primer año de vida. Su pequeñín va a sonreír, babear y hasta hacer muecas por los efectos de la dentición, pero las encías saludables son la base para una buena salud bucal que dure toda la vida, y también para una sonrisa lista para el álbum de fotos.