Pensá en los días en que usabas tu lengua básicamente con dos fines: comer irresistibles helados y sacársela a tu hermano en señal de burla. Pero la lengua, en realidad, va más allá de postres que se derriten y travesuras infantiles. Te presentamos diez datos sobre la lengua humana, entre ellos algunas de sus funciones.
La lengua mide en promedio 10 cm de largo
La lengua consta de dos partes: anterior y posterior. La anterior, en gran parte visible, mide unos dos tercios del largo total de la lengua. La posterior está próxima a la parte trasera de la garganta y mide el otro tercio de longitud.
La lengua contribuye a la digestión y la limpieza bucal
Profesionales expertos en el tema explican que la lengua es la encargada de llevar la comida a la faringe una vez terminado el proceso de masticación. La lengua está unida a la base de la boca por un pliegue conocido como el frenillo. La punta de la lengua, o ápice, no está unida directamente a la base de la boca, lo que le permite acceder a las partes superiores de la boca para la limpieza y el habla.
Tenés hasta 10.000 papilas gustativas
El ser humano posee alrededor de 10.000 papilas gustativas. La lengua resulta esencial para el gusto, y el sentido del gusto está regido por la lengua a través de las papilas gustativas de su superficie. Estas papilas gustativas alojan los receptores gustativos, que registran los diferentes sabores de los alimentos.
La lengua conoce cinco tipos de sabores
Cinco categorías forman la percepción del gusto: dulce, salado, ácido, amargo y sabroso. Se necesita saliva para humedecer los alimentos antes de que los receptores gustativos de la lengua puedan reconocerlos.
Las bacterias de la lengua pueden producir mal aliento
Ese sabor no siempre desaparece por la noche. Según las estadísticas brindadas por profesionales de la salud, más del 30 % de la población adulta ha padecido halitosis. Las bacterias de la boca y la lengua son la principal causa de mal aliento, comenta la odontóloga Melania González y Rivas para el diario La Nación. Para impedir esta acumulación, los cepillos de dientes de cerdas suaves como el Colgate® 360® Sensitive Pro-Alivio™ no sólo son suaves para el esmalte dental, sino que también contienen un limpiador de lengua en la parte trasera del cabezal para eliminar las bacterias.
La lengua tiene ocho músculos
Al no estar vinculados a ningún hueso, los cuatro músculos intrínsecos permiten a la lengua modificar su forma. Por su parte, los cuatro músculos extrínsecos, unidos al hueso, permiten a la lengua variar de posición. Juntos, estos músculos dotan a la lengua de la capacidad de moverse en diferentes direcciones, lo que facilita el habla.
Puede producir más de 90 palabras por minuto
Los seres humanos aprovechamos la extrema agilidad y flexibilidad de la lengua para hablar. Junto con los labios y los dientes, ésta transforma los sonidos de las cuerdas vocales en sílabas y palabras.
La punta de la lengua es la zona más sensible
Fuentes como la doctora Stella Maris Cuevas avalan esta afirmación, y esto es lo que le permite cumplir una doble función: En primer lugar, esto le permite determinar las características mecánicas de la comida, lo cual explica por qué una espina en la comida, por ejemplo, se siente más grande de lo que es. En segundo lugar, le permite buscar y detectar restos de comida masticada.
La lengua tiene células de defensa
La lengua tiene células de defensa que comprenden la amígdala lingual como señala el NCBI. Situada en la parte trasera de la boca, en la base de la lengua, esta forma parte del anillo amigdalar linfático. Las amígdalas palatinas y las adenoides trabajan junto con la amígdala lingual para proteger al organismo de los gérmenes que entran por la boca.
La lengua puede ser un nido de bacterias
Para muchos, cuidar la salud bucal se reduce a cepillarse los dientes, usar hilo dental y hacer enjuagues. Pero en muchos sentidos, la salud de la lengua es tan importante como la de los dientes. Una lengua que no sea un nido de bacterias es clave para prevenir o bien afecciones graves, como las enfermedades de las encías y caries, o bien problemas menores como el mal aliento.
Aunque no sea grande en tamaño, la lengua es muy importante para el ser humano. Es crucial para ayudarnos a saborear, comer, digerir y hablar.