Como ocurre con la mayoría de los problemas dentales, las visitas periódicas al odontólogo son esenciales para que se puedan realizar radiografías, saber tu estado de salud dental y seguir la evolución de las muelas de juicio. Tu odontólogo podrá detectar cualquier problema y desarrollar el plan más adecuado para vos.
Aunque las muelas de juicio no causen ningún problema ni dolor, pueden provocar problemas en el futuro, como caries, infecciones y apiñamiento o daños en los demás dientes. Prestá especial atención a los dientes próximos a las muelas de juicio, ya que tienen una mayor tendencia a desarrollar problemas en las encías.
Aunque es posible que aparezcan síntomas más graves, siempre que vayas a los controles regulares y hablés con tu odontólogo, ambos deberían poder planificar tu cuidado dental de forma saludable y proactiva. Al ser proactivos, podés tomar esta decisión antes de que sea demasiado tarde. Someterse a la intervención cuando se es más joven, o al menos antes de que surjan problemas importantes, facilitará el proceso de recuperación de la cirugía. Cuanto más joven seas, las raíces de los dientes aún no se habrán desarrollado completamente y el hueso que rodea los dientes es menos denso. Y, al igual que con la mayoría de las cirugías, los pacientes más jóvenes tienden a sanar más rápido y con menos complicaciones.
Sé proactivo, visitá al odontólogo con regularidad. La extracción de las muelas de juicio es un procedimiento y un problema dental común. Si tomás la delantera, podés someterte al procedimiento y conservar una sonrisa feliz y un buen estado de salud.