Cómo prevenir la sequedad bucal y la saliva espumosa
Beber agua y mantener su cuerpo hidratado es la mejor solución para la saliva blanca y espumosa. Siempre lleve agua consigo y no espere a tener sed para beberla. Un humidificador le puede ayudar a mantener el aire húmedo, sobre todo si usted vive en un lugar con clima seco.
Si usted tiene un problema de salud, tratarlo es la mejor manera de mejorar su flujo de saliva a largo plazo. Sin embargo, existen soluciones inmediatas además de beber agua que le pueden ayudar a mejorar su flujo de saliva. Los siguientes consejos también funcionarán si la causa de su sequedad bucal son los medicamentos que toma:
- Considere usar un humectante oral de venta sin receta
- Busque un enjuague bucal diseñado específicamente para solucionar la sequedad bucal
- Los dulces y los chicles sin azúcar pueden ayudar a aumentar su flujo de saliva
- Pregúntele a su profesional de la salud si es posible ajustar su tratamiento para disminuir los efectos adversos que éste podría tener sobre su salud bucal
Sea cual sea la causa de su saliva espumosa, practicar una buena higiene bucal siempre es importante y podría mejorar su flujo de saliva. Cepíllese los dientes al menos dos veces al día y limpie los lugares entre los dientes con un cepillo interdental o un irrigador dental al menos una vez al día. Considere usar otros productos de ayuda como un enjuague bucal antibacterial o un raspador de lengua. Además, asegúrese de acudir a su dentista con regularidad: no sólo para mantener sus dientes blancos y libres de bacterias, sino también para revisar que no tenga ningún otro problema de salud.
Si su saliva se ve espumosa con frecuencia y el problema no se resuelve al hidratarse, no espere hasta su siguiente limpieza para hablar con su dentista. Programe una cita de inmediato y explíquele sus síntomas. Él o ella trabajará con usted para encontrar la causa, reducir sus síntomas y ayudarle a lograr una salud bucal que le dé un motivo para sonreír.