Ojos que no ven, corazón que no siente: probablemente no piense mucho en sus molares a menos que haya un problema. Después de todo, estos dientes grandes que se encuentran en la parte trasera de la boca no se ven cuando sonríe, pero son los más importantes para la vida diaria. Cuidar de estos dientes especiales le asegura que sigan sanos y fuertes.
Anatomía de los dientes
Los dientes más fuertes de la boca son los últimos en desarrollarse. La Asociación Dental Americana señala que los primeros dientes permanentes suelen aparecer entre los 6 y 7 años, mientras que los segundos molares erupcionan entre los 11 y los 13 años. Así es: en lo que respecta a los dientes posteriores, los adolescentes jóvenes todavía están en proceso de dentición.
Las muelas del juicio, que suelen aparecer entre los 17 y los 21 años, también se consideran molares. No tienen la misma función indispensable de los primeros y segundos molares, y puede que su dentista incluso le recomiende extraer las muelas del juicio para evitar que sus dientes se encimen.
Función de los molares
Estos dientes amplios y planos tienen un trabajo muy específico al comer. Mientras que sus dientes caninos y los incisivos sirven para cortar la comida y rasgarla en pedazos más pequeños, los dientes traseros sirven para moler los alimentos. Ya sea un pedazo de carne o un bocado de lechuga, los molares son los responsables de triturar la comida antes de tragarla.
De hecho, son los dientes que más están en contacto con los alimentos después de la primera mordida. Su gran tamaño y su superficie serrada los convierte en los dientes más trabajadores de la boca.
Cuidado de los molares
Debido a que los molares son los dientes que más entran en contacto con los alimentos, también son los dientes más susceptibles a acumular partículas y padecer de caries. También pueden estar muy pegados, creando zonas propensas a las caries si se acumulan alimentos, partículas y bacterias entre estos dientes. Por eso es tan importante mantener una buena higiene bucal.
Cuide de sus dientes posteriores cerciorándose de cepillarlos al menos dos veces al día. Usar hilo dental todos los días mantiene impecables los espacios entre los dientes, mientras que los enjuagues bucales eliminan las bacterias restantes.
Si usted siente dolor en una muela, acuda al dentista de inmediato. Podría tratarse de caries. Restaurar una caries a tiempo ayuda a detener el deterioro y protege a las raíces y el interior de la muela.
Aunque no se vean al sonreír para la foto, no hay razón por la que los molares no deban recibir atención también. Sus superficies grandes y sólidas sirven para triturar la comida para que usted pueda disfrutar de cada bocado. Asegúrese de darle a todas las muelas el cariño y el cuidado que merecen con una buena rutina de cuidado bucal.