Cómo evitar una mayor recesión
Tu odontólogo también te enseñará la mejor manera de prevenir que haya una mayor recesión de las encías. Podría recomendarte estrategias para mitigar la afección, como adoptar nuevos hábitos de cuidado bucal, dejar de fumar o usar un protector bucal por la noche para proteger los dientes si se rechinan o aprietan.
Los buenos hábitos de cuidado bucal también pueden prevenir la recesión gingival. Usá siempre un cepillo de dientes de cerdas suaves y una técnica de cepillado adecuada para ayudar a proteger el esmalte y las encías. Esto no corregirá la recesión actual, pero forma parte de una rutina de higiene bucal que puede mitigar las posibilidades de que empeore. Si la recesión de las encías se debe a otros problemas, como dientes torcidos o una mordida desalineada, hablá con tu odontólogo para resolver el problema inicial y ayudar a ralentizar o incluso detener la recesión. Si tus dientes están desalineados, la ortodoncia podría ser la solución.
Sabemos que tener encías sensibles o encontrar sangre en el lavabo después de lavarse los dientes puede ser alarmante. ¡Es normal! A nadie le gusta que un problema de salud bucodental lo tome por sorpresa. Pero no esperés para consultar a un odontólogo para que te asesore y trate tu recesión de encías. Aunque no se puede revertir, hay muchas formas de tratar la recesión de encías y dependerán de la opinión de un odontólogo sobre su causa principal. Continuá con tu excelente rutina de cuidado bucal, hablá con tu odontólogo para resolver tus inquietudes de recesión de las encías y, antes de que te des cuenta, ¡la recesión de las encías será cosa del pasado!