Si vos o algún familiar ha sufrido un dolor de muelas del juicio, puede que te hayas preguntado si este tipo de dolor es normal. Tal vez hayas contactado a un profesional dental o tal vez hayas intentado tolerar el dolor por tu cuenta. Esta molestia puede tener su origen en una afección llamada pericoronitis, que por lo general afecta a las muelas del juicio a medida que empiezan a atravesar el tejido gingival. Te mostramos todo lo que necesitás saber acerca de esta infección y cómo tu odontólogo puede afrontar su tratamiento.
Signos y síntomas de pericoronitis
La literatura científica describe ampliamente la pericoronitis o pericoronaritis como una afección dental que causa infección e inflamación de los tejidos blandos alrededor de un diente parcialmente erupcionado. Aproximadamente el 81% de las personas en torno a los 20 años la sufren en algún momento. La infección se da con más frecuencia en relación con los terceros molares o muelas de juicio.
Como destaca el citado estudio de la Universidad Nacional de Córdoba, la pericoronitis se asocia a síntomas diversos tales como dolor, hinchazón, mal aliento y sabor de boca desagradable. Otros de los síntomas pueden ser una inflamación del colgajo de tejido que cubre el diente en erupción (o colgajo pericoronal) o secreción de pus localizada. Si no se trata y la infección se propaga, supone un riesgo para la vida.
Factores de riesgo de pericoronitis
El odontólogo decidirá el tratamiento de las muelas del juicio dependiendo de su ubicación, pudiendo ser parte de la arcada dentaria normal o recomendar extraerlas antes o después de su erupción para evitar la posibilidad de desarrollar pericoronitis. Estos dientes son propensos a las infecciones porque a menudo queda poco espacio en la parte posterior de la boca para que salgan, y suele ser una zona difícil de limpiar.
El estado de salud general no explica la aparición de pericoronitis, sino que su origen infeccioso se produce a partir de los elementos tóxicos presentes en la cavidad bucal. Al erupcionar de forma parcial, la presencia de restos de alimentos y la dificultad para limpiar la zona hacen que los patógenos encuentren un medio idóneo para su desarrollo. No obstante, la única excepción serían las infecciones en las vías respiratorias superiores o resfriado común, dada la íntima relación de las estructuras dentales con los senos y las fosas nasales. Esta enfermedad puede preceder al desarrollo de pericoronitis, y la evidencia constata un alto índice de estos pacientes con síntomas previos de resfriado.
La comunidad científica recomienda, extraer las muelas de juicio en la edad adulta temprana. La decisión de conservar las muelas de juicio puede traer otros problemas con el tiempo, como una enfermedad periodontal o caries dental. Conviene saber que, aunque las muelas de juicio no manifiesten dolor, esto no significa que su evolución sea la adecuada. Siempre es mejor que un odontólogo revise los dientes para asegurarse de que estén erupcionando correctamente.
¿Cómo se trata la pericoronitis?
Es normal experimentar un pequeño brote de pericoronitis en la primera erupción de los dientes. En ese caso, hay varias acciones que podés tomar en casa para aliviar los síntomas y mejorar la higiene bucal:
- Cepillate los dientes a conciencia dos veces al día.
- Usá hilo dental a diario.
- Utilizá un enjuague bucal con clorhexidina.
Siguiendo estos pasos, podés llegar a revertir los síntomas de pericoronitis. Si tratás de aliviar las molestias, preguntá por un analgésico a tu odontólogo.
Si la infección persiste transcurrido este periodo o es recurrente, buscá el tratamiento de un profesional dental lo antes posible. El tratamiento habitual de la pericoronitis consiste en extraer las muelas del juicio. El odontólogo puede recetarte un antibiótico si las complicaciones impiden una extracción inmediata de las piezas. También puede recomendar la extracción del colgajo pericoronal para prevenir nuevas infecciones en la zona.
La pericoronitis es una complicación frecuente asociada a las muelas de juicio para la cual, tu odontólogo sabrá orientarte sobre la mejor opción de tratamiento.