La erosión del esmalte se produce cuando los ácidos desgastan la capa exterior dura de los dientes. La saliva trabaja para neutralizar los ácidos en la boca, pero ciertas dietas, los hábitos de higiene bucal y las afecciones médicas pueden impedir que la saliva pueda encargarse de todo. Los alimentos y las bebidas que comsumís tienden a ser los principales culpables de esta producción de ácido. Por ejemplo:
Una dieta rica en estos alimentos combinada con una mala higiene bucal puede poner en riesgo el esmalte dental. Las siguientes son otras causas de la erosión dental:
Como el esmalte juega un papel esencial en la protección de las partes vivas internas de los dientes, la erosión puede provocar caries, sensibilidad e infección. Los dientes erosionados suelen aparecer descoloridos, agrietados, astillados o marcados. También se vuelven sensibles a los sabores y temperaturas.
El esmalte dental pierde minerales, se debilita y se descompone por etapas. El cuerpo no puede generar esmalte nuevo; sin embargo, podés fortalecer y reparar el existente. Esto sucede a través de un proceso llamado remineralización, que ocurre naturalmente cuando los minerales esenciales como el fluoruro, el calcio y el fosfato se unen al esmalte. Podés ayudar al proceso de remineralización con los siguientes hábitos:
Las caries se pueden formar como resultado de la pérdida de minerales del esmalte debido a que la dentina está expuesta y desprotegida. La administración de tratamientos de remineralización en esta etapa no restaurará el esmalte. En esta instancia, un dentista profesional solo puede reparar las caries rellenándolas. Las siguientes son otras opciones profesionales para reparar el esmalte dental:
El esmalte está expuesto a grandes daños por los alimentos que comés. Implementá algunas medidas preventivas ajustando tu dieta y adoptando una rutina de higiene bucal adecuada. Con el cuidado y los productos adecuados, podés asegurarte de mantener tu sonrisa fuerte y saludable.
La finalidad de este artículo es fomentar la comprensión y el conocimiento de temas generales de salud oral. Su propósito no es sustituir la opinión, el diagnóstico o el tratamiento profesionales. Solicita siempre la opinión experta de tu dentista u otro proveedor de salud calificado y consúltales cualquier pregunta que tengas en relación con alguna enfermedad o tratamiento médico.
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Realizá nuestra evaluación de salud bucal para sacar el máximo partido de tu rutina de cuidado.
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