Unos dientes fuertes son unos dientes saludables y, para unos dientes saludables, es tan importante seguir una alimentación adecuada como cuidarlos como es debido. De acuerdo con las autoridades sanitarias, las causas más comunes de la enfermedad de las encías y caída de los dientes son una higiene dental insuficiente, consumo de tabaco y algunas enfermedades como la diabetes y la osteoporosis que aumentan el daño causado por el sarro.
Una de las formas más sencillas de mantener unos dientes fuertes es mantener unas buenas prácticas de higiene bucal, a saber:
- Cepillate después de cada comida con una crema dental que contenga flúor.
- Usá hilo dental al menos una vez al día (en lo posible, más a menudo).
- Consumí alimentos saludables y no te olvídes de consumir la cantidad diaria recomendada de calcio.
- Realiza chequeos y limpiezas dentales regulares.
- Evitá fumar o masticar tabaco.
Una buena higiene bucal es fundamental para unos dientes saludables, pero algunos hábitos alimenticios saludables también pueden afectar a la salud de los dientes. Unos dientes saludables, como las demás partes del cuerpo, requieren de alimentos saludables. Comer una gran cantidad de frutas, verduras, trigo integral y lácteos no solo favorece la salud en general, sino que garantiza al organismo el aporte de vitaminas y minerales necesario para mantener unos dientes saludables y fuertes. Obtené más información sobre la incidencia de la dieta en la salud dental en el centro de recursos de cuidado bucal Colgate.
Algunas personas pueden tener más dificultades que otras para mantener los dientes saludables. Si tomás ciertos medicamentos o padecés determinadas enfermedades como la diabetes, es posible que tengas que dedicar mayores cuidados a tu higiene bucal y trabajar estrechamente con tu odontólogo para prevenir cualquier inconveniente. Obtené más información sobre la incidencia de determinadas dolencias en la salud dental en el centro de recursos de cuidado bucal Colgate.
En última instancia, unos dientes fuertes y saludables son fruto de unos hábitos de higiene dental específicos y duraderos, combinados con una alimentación saludable y un examen dental periódico.