La lengua es un órgano al cual quizás no le des demasiada atención hasta que veas o sientas algo extraño en ella. Incluso puede que llegués a la conclusión rápida de que has contraído una enfermedad en la lengua cuando, en realidad, lo que tenés es una afección subyacente que se refleja en la lengua. Sin contar las formas de trauma de la lengua, hay un número bastante considerable de afecciones congénitas, adquiridas y autoinmunes que pueden ocasionar problemas en ella.
1. Enfermedad de Kawasaki
Esta no es técnicamente una enfermedad de la lengua, aun así, entre sus síntomas se encuentran: labios rojos y agrietados y lengua de aspecto aframbuesado. Así lo confirma la Asociación Argentina de Reumatología. Podés detectar en tu hijo una afección si desarrolla una decoloración de la lengua acompañada de fiebre que dure más de cinco días con dolor de garganta y diarrea. La enfermedad de Kawasaki produce la inflamación de los vasos sanguíneos, y los síntomas a menudo incluyen ganglios linfáticos de gran tamaño en el cuello y enrojecimiento o erupción cutánea en ojos, labios, palmas de las manos, plantas de los pies y zona genital. Según la Sociedad Argentina de Pediatría, esta condición puede llegar a ser seria en ciertos casos y afectar negativamente las arterias del corazón, por lo que se requiere atención médica inmediata.
2. Lengua vellosa negra
Parece algo imposible de creer, pero el vello en la lengua es más habitual de lo que uno cree. De acuerdo con expertos en dermatología, su prevalencia es de hasta 11,3% de la población, mayoritariamente hombres, y se manifiesta en forma de vello negro sobre la lengua. De hecho, estas son las papilas que dan a la lengua esa textura áspera que, por alguna razón, no se han desprendido correctamente. En lugar de mudar y renovarse, las papilas crecen y se enredan, atrapando entre ellas los restos de comida y las consiguientes bacterias. Esto se traduce en unas papilas de aspecto negruzco por efecto de la decoloración.
Esta condición es inocua y temporal, y se puede evitar practicando una buena rutina diaria de higiene oral y usando un cepillo de dientes que tenga un limpiador de lengua en la parte posterior, como el cepillo de dientes Colgate 360° Advanced . Su diseño innovador limpia las mejillas y la lengua, y elimina las bacterias de dientes, lengua, mejillas y encías.
3. Síndrome de Sjögren
El síndrome de Sjögren es un trastorno autoinmune con incidencia en muchas partes del organismo, entre ellas las glándulas salivales. Según la Sociedad Argentina de Reumatología, puede causar un agrandamiento de las glándulas parótidas con un efecto similar a las paperas, boca seca y ardor en la lengua. Además, si las bacterias y las partículas de los alimentos no se eliminan de los dientes, al hablar, tragar y comer y con la propia disminución de la saliva, los dientes pueden ser más susceptibles a las caries.
Consultá con tu médico y odontólogo para abordar los síntomas sistémicos y orales que permitan garantizar la salud de tus dientes y tu lengua. Lo que puede parecer una enfermedad de la lengua podría ser una condición completamente distinta que afecte también a la lengua.