Cerca de 52 millones de americanos sufren de algún tipo de deficiencia de desarrollo, como autismo, parálisis cerebral, retraso mental, lesión medular, deficiencia visual y auditiva, distrofia muscular, depresión y convulsiones entre otras que los hace ser personas con capacidades diferentes. También hay 25 millones de americanos con alguna deficiencia grave. La mayoría de estos individuos reciben tratamiento odontológico en hospitales, establecimientos públicos y hogares para ancianos, pero, en el mercado de hoy, pueden también buscar la ayuda de médicos particulares.
Al prestar asistencia odontológica a las personas con capacidades diferentes, el dentista debe comunicarse de manera efectiva tanto con los pacientes como con las personas que cuidan de ellos. Debe también estar consciente de las limitaciones causadas por la enfermedad, saber como tratar a estos pacientes y buscar hacer que el tratamiento sea una experiencia positiva para ellos.
La legislación define como “persona con discapacidad” a:
- persona portadora de discapacidad física o mental que limita una o más de sus actividades fundamentales.
- persona con historia de discapacidad.
- persona considerada como portadora de discapacidad.
Sin embargo en las nuevas estructuras sociales se ha considerado el término “persona con capacidades diferentes” como más adecuado para referirse a las personas que presentan algún tipo de discapacidad.
Estas discapacidades son causadas por problemas ocurridos durante las etapas de desarrollo, que van del nacimiento a la edad de 18 años. Estos problemas pueden ocurrir antes, durante o después del nacimiento y pueden comprender anomalías cromosómicas, parálisis cerebral, autismo y epilepsia. Las discapacidades adquiridas provienen de problemas ocurridos después de las etapas de desarrollo, como, por ejemplo, traumatismo craneal, lesión espinal, esclerosis múltiple y artritis.
El Consultorio Dental
Es importante comprender las implicaciones de la discapacidad y, enseguida, discutirla con el dentista con el objetivo de identificar qué precisa ser hecho desde la llegada del paciente al consultorio. Se debe evaluar el tratamiento para saber si se trata de una consulta para examen bucal, limpieza dental, restauración de diente o extracción y si el procedimiento puede ser hecho en el consultorio o en ambulatorio, en hospital o clínica odontológica.
Si el tratamiento se hace en el consultorio, será necesario un trabajo en equipo que observe la comunicación con el paciente y la persona responsable por él. La decisión sobre la hora y la duración de la consulta debe tener en cuenta la deficiencia de la persona. Si el paciente está en silla de ruedas, será preciso transferirlo cuidadosamente al sillón odontológico. La posición del sillón odontológico debe ser ajustada según la discapacidad del paciente. En algunos casos, el sillón no puede ser reclinado. El dentista debe trabajar con un asistente que tranquilizará al paciente, lo ayudará durante el procedimiento y cuidará que la consulta se desarrolle con agilidad y sin sobresaltos. El dentista debe conversar con el responsable y el médico tratante del paciente para saber la necesidad de medicación antes de la visita al consultorio. Comunicación, refuerzo positivo y delicadeza son necesarios durante el tratamiento.
Las técnicas de higiene bucal deben ser discutidas con el paciente, así como con la persona que cuida de él, para instruirlos sobre las formas correctas de, en casa, limpiar y remover la placa bacteriana y residuos de alimentos. Los dientes deben ser cepillados por lo menos dos veces por día, con una crema dental con flúor que contenga ingredientes antibacterianos. La limpieza interdental debe ser hecha por lo menos una vez por día para mantener la placa bacteriana bajo control y evitar la gingivitis. Dependiendo de la necesidad del paciente, se puede recomendar un enjuague bucal antimicrobiano y/o con flúor para reducir la placa bacteriana y la gingivitis, así como las caries. Tras la consulta, la persona responsable por el paciente debe discutir esas informaciones con el dentista y su equipo.
© Copyright 2010 Colgate-Palmolive Company